Un pedazo de tela conocido como el Santo Sudario o Sábana Santa, encontrado en el año 1354, tiene al menos siete siglos siendo el foco de la polémica entre la ciencia y la religión. La Iglesia Católica dice que fue el lienzo con el que enterraron a Jesús de Nazaret (Jesucristo), después de que las autoridades romanas lo crucificaran.
Sin embargo, investigadores han revelado pruebas que darían como resultado que el lienzo es real, pero que no perteneció a Jesucristo. En este contexto aparece un científico católico, que asegura tener las pruebas necesarias para confirmar que este lienzo, con el rostro del mesías, tiene además restos de sangre del Dios de la comunidad cristiana, una de las religiones más granes de la Tierra.
Liberato De Caro, un católico comprometido y diácono de su iglesia local, dijo haber realizado un estudio en el que encuentra que el Santo Sudario es genuino y que, ciertamente, fue un pedazo de tela con la que enterraron a Nuestro Señor Jesucristo.
Uno de los argumentos que la ciencia usa para desestimar que este sea un lienzo que tuvo Jesús en la tumba, es que su tela habría sido fabricada en la era medieval.
De Caro dice ante estas afirmaciones lo siguiente: “Si tuviera que ser juez en un juicio, sopesando todas las pruebas que dicen que el Sudario es auténtico y las pocas pruebas que dicen que no lo es, en conciencia no podría declarar que el Sudario de Turín es medieval. No sería correcto, dada la enorme cantidad de evidencia que hay a favor de ello (que es real)”, dijo el científico católico.
El profesor antes mencionado dice que hizo un estudio de rayos X de la pieza y encontró que tiene 2.000 años de antigüedad, primera prueba para desestimar que haya sido medieval.
En el mismo estudio, con apoyo de otra investigación llamada Proyecto de Investigación sobre la Sábana Santa de Turín (STURP) de los años 1970 y 1980, encontraron que el lienzo tenía manchas de sangre, es decir que los retos allí puestos son el resultado de un hombre que fue torturado antes de su muerte.
“El Santo Sudario tiene una forma humana real de un hombre azotado y crucificado. No es producto de un artista”, dijo el experto, según reseña Daily Mail.
“Las marcas en el cuerpo también corresponden con las heridas de la crucifixión de Jesús mencionadas en la Biblia, incluyendo marcas de espinas en la cabeza, laceraciones en la espalda y moretones en los hombros”, explicó el medio antes citado.