Plataformas: PlayStation 3Desarrollador: United Front GamesDistribuidor: SCEA
Si alguien me hubiera dicho que PlayStation finalmente encontraría a su “mascota” en un muñeco de trapo, tal vez nunca le hubiera creído, pero hoy día es bastante claro que Sackboy ha logrado la suficiente popularidad como para hacerse de la vacante y ser partícipe de lo que eso implica, incluyendo salir de su propia saga para incursionar en otros géneros.
Ese es el caso de LittleBigPlanet Karting, juego que a simple vista podría hacerse pasar por un clon más de Mario Kart, pero que al final resulta en una bizarra mezcolanza entre las carreras de karts y uno de los elementos más inconfundibles dentro de la serie del niño saco: la creación y personalización de prácticamente todo el material disponible.
A la caza de los Acaparadores
A grandes rasgos podríamos decir que LBP Karting se divide en dos partes: la campaña individual o modo historia; y la sección dirigida a la comunidad para compartir absolutamente todo lo que nuestra imaginación pueda crear dentro del juego.
La primera y menos interesante nos pone en los zapatos de Sackboy, quien ante la invasión de los llamados Acaparadores debe superar diferentes retos y recuperar lo que se han robado los alienígenos. Sin embargo, esta vez los contrincantes no estarán a pie desnudo cometiendo sus felonías, sino que contarán con varios caballos de fuerza, por lo que será necesario ponerse tras el volante y empezar a quemar neumáticos para darle alcance a los malosos.
Bajo ese pretexto comienza el modo aventura de LBP Karting, en donde recorrer los diferentes planetas y competir por sus variados circuitos se introduce como plato principal del menú. De manera afortunada también hay algunos eventos adicionales además de las carreras de ocho participantes, presentando minijuegos en arenas de combate y eventos en solitario donde se compita contra el reloj.
Desde transportar un ítem a un lugar determinado, hasta sumarse a una partida de todos contra todos, las opciones están bien elaboradas, y aunque algunas sencillamente no logran convencer, se agradece el esfuerzo para escapar un poco de la monotonía.
Cada locación cuenta con un determinado número de premios esparcidos por los diferentes lugares, y es necesario recolectarlos uno por uno se se pretende incrementar las opciones de personalización de los vehículos y corredores. Del mismo modo, durante las carreras es fácil toparse con puñados de “puntos” enfilados o distribuidos, y aunque no tienen mucha relevancia en la trama, estos influyen en las tablas de líderes en línea, las cuales aparecerán al terminar cada partida.
Como buen clon de la serie del plomero italiano, LBP Karting también presenta un variado repertorio de artilugios para borrar a los contrincantes el camino y escalar peldaños hasta el primer puesto. Misiles dirigidos, púas, turbos y rayos son algunos de los objetos más comunes, pero la diferencia entre el título de Nintendo y este radica en que aquí se tiene la opción de emplear prácticamente todas las armas como defensas. Así, cuando el jugador se ve amenazado por un proyectil que le pisa los talones, puede utilizar su reserva de ítems para salir del aprieto.
Estas implementaciones y agregados hacen de LBP Karting un juego divertido, con grandes pretensiones para enganchar y mantener a la comunidad satisfecha por un buen rato; tristemente, el título desarrollado por United Front Games carece de uno de los elementos más vitales del género: la sensación de velocidad, y es que son pocos los momentos de auténtica emoción o tensión los que ofrece el título, dejando la competencia en un segundo lugar y haciéndole más espacio al trabajo estético y visual. Incluso en el juego en línea las carreras y batallas se sienten un tanto simplistas a varios niveles, y realmente no hay muchas razones para regresar.
Es en este punto donde llega al rescate la primicia del universo entero de LittleBigPlanet: juega, crea y comparte,
Crea y vencerás
Siguiendo los estándares instituidos desde la primera entrega de la serie de plataformas, LBP Karting presenta un robusto editor de niveles, automóviles y personajes, agregándole más profundidad a la experiencia y convirtiéndose de buenas a primeras en el elemento con más peso dentro de todo el paquete.
Básicamente, la opción para crear escenarios propios permite construir los circuitos como se nos venga en gana, poniendo un obstáculo aquí, agregando una montaña por allá, llenando de agua acullá, etc. Las posibilidades son verdaderamente amplias y depende de la creatividad de los jugadores salir con diseños notables, aunque la paciencia para revisar detenidamente los tutoriales y las ganas de invertir un buen rato en esta mecánica serán clave para sacarle todo el jugo y no frustrarse de inmediato. Aquellos que no estén familiarizados con este concepto podrán sentirse intimidados al principio, pero si se persevera y hay interés, no cabe duda de que habrá recompensas.
Es importante mencionar que los escenarios ideados por los jugadores pueden compartirse en línea, clasificarse y jugarse sólo o acompañado. Como dato curioso, una de las pistas más solicitadas por la comunidad al momento de hacer esta reseña era “Moo Moo Farm”, circuito originario de Mario Kart 64 que ha sido recreado con lujo de detalle en esta aventura de Sackboy, incluyendo las cajas de sorpresa y alterando los ítems para hacerlos lucir como sus similares nintenderos.
Las posibilidades para editar a los personajes son algo más limitadas, partiendo de modelos predefinidos donde se escoge el color, las facciones físicas, el vestuario (pieza por pieza) y los aditamentos (como estampas y emblemas) del Sackboy en turno. Para los autos se plantea algo similar, teniendo la oportunidad de elegir el tipo de llantas, los asientos, el sonido del motor y el del claxon entre las diferentes opciones de karts, que se irán desbloqueando conforme se avance en el modo historia.
LittleBigPlanet Karting es un juego interesante, que a pesar de sus numerosos esfuerzos por salir con algo completamente original, falla en la parte de la competencia y la velocidad. El juego en línea corre fluido y encontrar partidas no es algo demasiado difícil, aunque ciertamente los servidores nunca se llenan
Aun así, el título de Sony San Diego es un buen punto de partida para futuras referencias, que con unos cuantos arreglos puede sobresalir y quedar como un digno representante del género. Esperemos que los desarrolladores tomen en cuenta sus errores y los enmienden para una secuela.
Lo imperdible:
– Sistema de creación de circuitos nutrido
– Variedad en el modo de un solo jugador y en línea
– Jugar Moo Moo Farm en un título de Sony
Lo impresentable:
– Falta la sensación de competencia y velocidad en las carreras
– Circuitos olvidables en el modo historia
– El derrape no siempre funciona como debería
– ¿Significará este juego el final de ModNation racers?
Este artículo fue realizado con una copia de LittleBigPlanet Karting facilitada por Sony.