Sucedió, luego de una ola de fuertes rumores Mark Zuckerberg cumplió con su amenaza y lanzó Threads, una app apéndice de Instagram que funciona esencialmente como un clon de Twitter.
La red social de Elon Musk no pasa por el mejor de sus momentos. De hecho sus decisiones de negocios han sido tan cuestionadas y controvertidas que buena parte de la comunidad ya se sentía cansada y lo terminó demostrando dando el salto a la competencia.
Nosotros no pudimos evitar la tentación y decidimos unirnos a esa vorágine que provocó que se descargara la app más de 10 millones de veces en apenas 7 horas. Tras casi una semana de probarlo estas son nuestras impresiones.
Cinco días de Threads y la conclusión es que se siente como Twitter en sus buenos tiempos
Threads no es un asesino de Twitter, para eso Elon Musk no necesita ayuda. Pero lo cierto es que la plataforma se muestra y siente inacabada, como un proyecto que apunta a una clara dirección de crecimiento pero a la que aún le queda camino por recorrer.
Sin embargo, este mismo detalle vuelve atractiva a la red social, se siente un poco árida, sin sobresaturación, sin discursos de odio, sin bots, sin ruido digital. Sólo una serie de textos cortos de usuarios que seguimos, como si se tratase de un haikú en permanente expansión.
En ese sentido Threads nos recuerda mucho a Twitter en sus primeros años, cuando era un sitio más inofensivo y mucho más amigable para toda al comunidad.
Bajo tal sentido la experiencia vale totalmente la pena, por tener un respiro de nostalgia sobre aquellos días inofensivos.
El porvenir de Threads pende de un hilo para Meta
Twitter definitivamente no pasa por su mejor momento y esto representó la oportunidad perfecta para la compañía detrás de Facebook, Instagram y WhatsApp.
El peor enemigo de Twitter son sus propios dueños. Threads ha tenido un arranque muy fuerte, pero eso no representa que la plataforma haya llegado para quedarse y matar por completo la red social de Elon Musk.
En conclusión: la tasa de retención de usuarios será el factor clave para determinar el futuro de Threads dentro del ecosistema de aplicaciones de Meta.
Durante años, cuando Twitter fue el amo, Mark Zuckerberg no tuvo acceso a los metadatos generados por el uso de este tipo de plataformas y la oportunidad aquí generada le ha abierto la puerta a mejorar su algoritmo y perfilar con mayor precisión a sus usuarios.
Resulta molesto e incómodo que los perfiles sólo puedan desactivarse pero no eliminarse por completo. Pero al tratarse de un apéndice de Instagram, donde ya se han otorgado todos esos mismos permisos, resulta comprensible y obvio.
Threads nos recuerda mucho a lo que era Twitter antes de que se llenara de bots, sock puppets, fake news, políticos, opinólogos y un largo etcétera que aún no se hace presente ahí.
Pero nuestra franca impresión es que no puede durar así de limpio por siempre. Mientras tanto, vale la pena probarlo.
