Hay juegos que se juegan, y hay juegos que se contemplan. Assassin’s Creed Shadows parece ser de los segundos… sin dejar de ser de los primeros. Porque sí, se dice que es un juegazo de acción y sigilo, pero también es un deleite visual que puede volarte la peluca si lo tienes bien configurado.
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Con un mundo abierto inmenso, pueblos costeros que parecen acuarelas vivas, estaciones dinámicas que transforman el ambiente, y una iluminación que te hace querer pausar y sacar capturas cada cinco pasos, este título pide a gritos una buena combinación gráfica.
Así que si quieres sacarle el máximo provecho en tu PS5, PS5 Pro o Xbox Series X’S, estás en el lugar correcto. Aquí te explicamos qué modo elegir para que tu partida se vea tan bien como se juega, y te sientas dentro de una película épica de samuráis.
Si juegas en PS5, el Modo Rendimiento es la mejor opción
Para los que tienen una PS5 estándar, hay tres modos disponibles: Fidelidad, Equilibrado y Rendimiento. La mejor elección para la mayoría es el Modo Rendimiento. ¿Por qué? Porque vas a tener 60 cuadros por segundo (fps), lo que hace que moverte, combatir y usar el sigilo sea mucho más fluido.
En un juego donde necesitas reaccionar rápido y moverte con precisión, ese aumento en la velocidad marca una gran diferencia. Las cinemáticas seguirán a 30 fps, pero todo lo demás se sentirá súper ágil.
¿Pantalla con HDMI 2.1 y 120 Hz? El Modo Equilibrado es para ti
Si cuentas con una pantalla moderna compatible con HDMI 2.1 y tasa de refresco de 120 Hz o más, puedes activar el Modo Equilibrado.
Este modo te da 40 fps con trazado de rayos estándar, manteniendo una imagen de excelente calidad sin sacrificar mucho rendimiento. Es el punto medio ideal entre fluidez y gráficos increíbles.
PS5 Pro: donde Assassin’s Creed Shadows alcanza otro nivel
La PS5 Pro eleva la experiencia. Gracias a su mayor potencia, el Modo Equilibrado se convierte en la opción estrella. No solo te permite jugar a 40 fps con trazado de rayos, sino que también activa mejoras visuales como un sistema de cabello por mechones que hace que hasta el viento luzca mejor.
Si quieres que el juego se vea espectacular sin perder rendimiento, esta es la combinación ganadora.
En Xbox Series X, el juego también luce espectacular
La Xbox Series X ofrece las mismas tres configuraciones que PS5, y la lógica es similar: el Modo Rendimiento es el más recomendable para una experiencia fluida. Si tienes una pantalla compatible, el Modo Equilibrado también es una gran elección.
Los 60 fps del Modo Rendimiento ayudan mucho en combate, pero si te gusta ver cada detalle, el Equilibrado no decepciona.
Xbox Series S: no hay elección, pero no está nada mal
En la Series S, no hay opciones de modos gráficos. El juego está bloqueado a 1620p y 30 fps con escalado, pero aún así se ve bastante bien gracias al trazado de rayos selectivo.
Puede que no sea la mejor versión, pero sigue ofreciendo una experiencia visual sólida para la consola más accesible de nueva generación.
Ajustes extra para los más exigentes
Más allá del modo que elijas, hay un par de ajustes que puedes tocar para mejorar la nitidez: desactiva el desenfoque de movimiento y la aberración cromática. También revisa tu configuración de HDR y ajusta la exposición si sientes que algunas áreas se ven demasiado brillantes.
Con unos pequeños cambios, el juego se verá aún mejor.
Conclusión: jugar bonito también importa
Assassin’s Creed Shadows no solo se juega bien, también se ve impresionante si eliges la configuración adecuada. Ya sea que priorices el rendimiento para jugar con fluidez, o prefieras una calidad visual más cinematográfica, hay un modo para ti.
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Y si tienes una consola potente y una pantalla moderna, puedes lograr un equilibrio perfecto entre gráficos y velocidad. Porque sí, matar en silencio bajo la luna japonesa se disfruta más cuando se ve increíble.
