Steve Jobs fue una de las mentes brillantes de nuestra era. Han pasado 13 años de su muerte y su legado sigue intacto en cada producto que Apple lanza a la venta. Expertos alrededor del mundo intentan analizar su vida y su comportamiento en el entorno laboral, para intentar comprender la inteligencia superior que demostraba tener.
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El doctor Craig Wright, de la Universidad de Yale, realizó un estudio en el que identificó los hábitos que registra una persona con inteligencia superior.
Destaca cuatro comportamientos esenciales que suele tener la gente y que se critica constantemente. Afortunadamente, según el experto, esto son señales que indican que estamos ante la presencia de alguien con altas capacidades para ejecutar cualquier proyecto.
Steve Jobs las tenía todas: ¿te sientes identificado con alguna? Veamos estos cuatro hábitos que señala el letrado, con la intención de conocernos nosotros mismos y saber si tenemos algo en común con genios como el co-fundador de Apple.
Los 4 hábitos de la inteligencia superior
La obsesión
El primero de los hábitos es la obsesión, que claramente era una de las principales características de Steve Jobs. El sitio Applesfera recuerda una vez que el genio detrás de Apple hizo que se cambiara por completo la arquitectura del iPod porque los botones no hacían el sonido de clic que él quería.
Algunos lo podrán tachar de lunático y obsesivo, pero esa perseverancia llevó a que los iPod fuesen el producto más popular del gigante de Cupertino en ese entonces.
Hablar solo
Otra de las características por las que muchos te podrían considerar loco. Pero la realidad de hablar con uno mismo, en voz alta, señala un alto nivel de atención a las tareas que estás realizando. El foco es tan intenso y estás tan metido en lo que haces que al hablar solo encuentres respuestas más efectivas a las soluciones que estás buscando.
Trabajar sin nadie al lado
Si bien el trabajo en equipo es importante, quienes tienen una inteligencia superior trabajan de manera más óptima (en las tareas individuales) cuando están solos.
Morderse las uñas
Podría considerarse como señal de ansiedad o nerviosismo. Sin embargo, un informe de Psychology Today relaciona esta acción con el perfeccionismo, una característica que la profesora Sylvia Sastre-Riba considera fundamental para la excelencia en personas muy inteligentes. Es como si nuestro cerebro necesitara esa pequeña distracción para mantener el foco, detalló el medio antes citado.
