La cantidad de rocas que se encuentran cerca de la Tierra es impresionante. Miles de asteroides pequeños ingresan a nuestras fronteras, pero la mayoría termina desintegrándose en su recorrido hacia nuestra superficie. Sin embargo, la NASA intenta identificarlos a todos, no sólo porque podrían ser una potencial amenaza, sino porque estos asteroides podrían revelar información inédita del Sistema Solar.
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En agosto del 2024, un telescopio financiado por la NASA estaba en plena observación del firmamento, cuando se encontró con el asteroide 2024 pT5. Llamó la atención de los científicos por sus medidas: aproximadamente 10 metros, y porque a pesar de estar cerca de la Tierra, no orbita nuestro planeta, sino que se mueve alrededor del Sol
Es como una especie de compañero de viaje de la Tierra mientras ambos cuerpos damos vueltas alrededor del Sol. Entonces, se propusieron estudiarlo con mayor detalles para intentar encontrar su origen.
Una cosa maravillosa que tienen los asteroides, es que gracias a su viaje estelar, recogen elementos químicos que nos informan de qué está compuesto el Sistema Solar. Eso nos podría dar sugerencias del origen de la vida y si hay entornos similares al de la Tierra en otros lugares de nuestro vecindario galáctico.
Un pedazo de la Luna
Un reciente estudio publicado en la Astrophysical Journal Letters, revela que 2024 pT5 tuvo su origen cerca de nosotros: parece estar compuesto de roca desprendida de la superficie de la Luna, que habría sido expulsada al espacio después de un gran impacto.
“Teníamos una idea general de que este asteroide podría haber provenido de la Luna, pero la prueba irrefutable fue cuando descubrimos que era rico en minerales de silicato, no del tipo que se ve en los asteroides, sino de los que se han encontrado en muestras de rocas lunares”, explicó el director de la investigación, Teddy Kareta, astrónomo del Observatorio Lowell en Arizona.
“Parece que no ha estado en el espacio durante mucho tiempo, tal vez solo unos pocos miles de años más o menos, ya que hay una falta de meteorización espacial que habría causado que su espectro se enrojeciera”, añadió, según reporte de la NASA en su blog oficial.