Elon Musk es una de las cabezas visibles del sector privado que se encuentra de lleno en la carrera espacial. De la mano de SpaceX, empresa de la que es CEO, la NASA realiza casi todos los lanzamientos hacia la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés). Tiene un cuota importante de participación en misiones como Artemis, que regresará humanos a la Luna y además está el sueño, por ahora imposible, del viaje tripulado a Marte.
Una empresa de esta talla, con el considerado hombre más rico del mundo al frente, tendría que contar con todos los mecanismos de seguridad para sus empleados. Sin embargo, un reciente informe publicado por la agencia Reuters revela más de 600 accidentes en seis de las plantas que la compañía tiene en los Estados Unidos.
Los accidentes laborales son parte de la vida cotidiana de las empresas, pero lo que sucede en SpaceX se sale de lo común y lo cotidiano. Una persona muerta, un empleado que perdió un ojo, un amputado, quemaduras y electrocutados son algunos de los ejemplos que salen a la luz en el informe de Reuters, según reseña Diario ABC de España.
Dos de los ejemplos que reseña el medio citado son realmente insólitos. El caso de la persona muerta, un exmarine que se llamaba Lonnie LeBlanc viola cualquier norma de seguridad en una empresa seria. En el 2014 SpaceX necesitaba llevar unas planchas de espuma hasta las instalaciones de McGregor, en el estado de Texas.
No habían correas para sujetarlas al vehículo de carga, por lo que LeBlanc se ofreció para sentarse encima del material, y de esta manera asegurarse que no se las llevara el viento. Una ráfaga de aire lo desestabilizó y este cayó al pavimento. Golpeó su cabeza contra el suelo y el empleado murió tras el accidente.
Las autoridades laborales determinaron que SpaceX no protegió a su trabajador con los equipos necesarios. ¿Cómo es posible que la empresa de Elon Musk no tenga cintas para asegurar material de carga?
En otro de los accidentes, un empleado llamado Florentino Ríos trabajaba en una rampa de lanzamiento de SpaceX, cerca de una viga que era controlada por uno de sus compañeros, que estaba a una distancia considerable.
Ríos le dijo a su compañero que no la moviera, porque eso le podía hacer daño. Éste no lo escuchó y presionó el botón, la viga se movió y le cayó en el rostro. El resultado fue la pérdida de un ojo, inhabilitación de por vida para trabajar en la construcción y ni siquiera poder conducir un auto.
Puede que la obsesión de Elon Musk por llegar a Marte en la carrera espacial esté costando vidas. Diario ABC reseña en su nota que un grupo de empleados emitió una carta denunciando prácticas laborales injustas dentro de SpaceX. La respuesta que recibieron de parte de la directora de operaciones, Gwynne Shotwell, fue la siguiente: “Por favor, concéntrense en su trabajo y en la misión de SpaceX: llevar a la humanidad a Marte lo más rápido posible”.