Cada 15 de diciembre, el mundo celebra el Día Mundial del Otaku, y en Perú, este año se sintió de manera especial. El Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC) reveló un interesante listado que muestra cómo la pasión por el anime influye en los nombres de las nuevas generaciones. Desde nombres clásicos hasta referencias a personajes más recientes, el fenómeno demuestra el impacto cultural del anime en el país.
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Saori lidera la lista, pero Gregory da la sorpresa
Encabezando el ranking, Saori se lleva el trono con 9,221 registros. Este nombre, que evoca elegancia y dulzura, está asociado con personajes femeninos icónicos que marcaron la infancia de muchos peruanos, principalmente por Saori Kido, también conocida como Athena en Saint Seiya.
Es un tributo que no pasa de moda. Pero lo que realmente llama la atención es el segundo puesto: Gregory, con 3,564 registros. Aunque no tiene una asociación tan clara con el anime como otros nombres en la lista, su popularidad en Perú parece ir más allá de lo obvio.
Siguiendo de cerca, Aiko ocupa el tercer lugar con 1,743 registros. Este nombre, cargado de significado en la cultura japonesa, se ha ganado un lugar en los corazones de muchos padres. Y luego están Benji (1,003), que recuerda a los amantes del anime deportivo, y Sakura (576), un nombre tan atemporal como los cerezos en flor, que evoca personajes femeninos entrañables y carismáticos.
¿Y qué pasó con los héroes épicos?
Curiosamente, nombres de personajes que todos asociaríamos con la cima de la popularidad del anime aparecen con mucha menos frecuencia. Naruto y Luffy apenas alcanzan 10 registros cada uno, mientras que Goku, el héroe que marcó a toda una generación, se queda con apenas 8 registros.
Al parecer, aunque estos personajes sean favoritos de millones, los padres peruanos prefieren nombres que, aunque inspirados en el anime, tengan un toque más universal y menos “ficticio”.
Por otro lado, los nombres de figuras contemporáneas como Nezuko (17) y Tanjiro (39), de Demon Slayer, reflejan el poder de las series actuales para captar la imaginación de las nuevas generaciones. Clásicos como Zoro (8), Inuyasha (8) y Shaka (3) también lograron colarse en la lista, demostrando que el amor por las leyendas del anime sigue vivo.
De Saitama a Oliver: los menos comunes también tienen su momento
En el extremo más exclusivo de la lista está Saitama, con solo un registro. El héroe calvo de One Punch Man no parece ser una elección popular para los recién nacidos, pero el único valiente que lo lleva sin duda tiene un nombre cargado de poder minimalista. En la misma línea, Oliver (apenas tres registros) hace un guiño a la estrella animada del fútbol que inspiró a generaciones con su perseverancia en la cancha.
Una conexión emocional que trasciende generaciones
La influencia del anime en los nombres no es una moda pasajera, sino un reflejo de cómo estas historias marcaron a generaciones enteras de peruanos, y latinoamericanos en general. Desde los años 80 y 90, cuando las series japonesas llegaron a la televisión nacional, los valores de amistad, perseverancia y valentía de los personajes se incrustaron en el corazón de millones.
Hoy, muchos padres ven en nombres como Saori, Aiko o Sakura una forma de rendir homenaje a sus recuerdos de infancia, mientras comparten con sus hijos los personajes que marcaron sus vidas. Por otro lado, los nombres de héroes como Goku o Naruto, aunque menos comunes, representan ideales de fortaleza y determinación que muchos buscan transmitir.
El anime como legado cultural
El listado de RENIEC no es solo una curiosidad estadística; es un recordatorio de cómo el anime trasciende las pantallas para convertirse en parte de la identidad cultural. Estos nombres, ya sean comunes o inusuales, cuentan historias de héroes, villanos, risas y lágrimas que han acompañado a generaciones. Y mientras el anime siga inspirando, estos nombres continuarán dejando su marca en el Perú, conectando el pasado, el presente y el futuro de los fanáticos.