Una taza de café forma parte del ritual matutino de muchas personas: levantarse, tal vez lavarse los dientes y la cara, prepararse un café.
Incluso muchas veces decimos que no podemos funcionar hasta después de nuestra primera taza de café, así que nos apresuramos a tomarla lo más pronto posible.
Pero quizá ese impulso de tomar café al despertar no sea lo mejor que podamos hacer.
Cafeína y adenosina
La cafeína tiene un efecto estimulante, por eso esta sustancia se considera una droga, una legal por supuesto, que es además la más consumida en todo el mundo, casi siempre en forma de café, pero también como té, chocolate, refrescos y bebidas energéticas.
El efecto que tiene esta sustancia en el sistema nervioso se debe a que bloquea la acción de la adenosina, un neurotransmisor que está ligado con los ciclos de sueño.
Como la cafeína se absorbe y actúa más o menos rápido en el organismo, nos sentimos más alertas y concentrados al poco rato de tomar una taza de café.
Ese efecto casi mágico que tiene esta sustancia se debe a que interactúa de muchas formas con el sistema nervioso: favorece la producción de dopamina, un neurotransmisor asociado con sensaciones de bienestar y felicidad.
Por eso no debería de extrañarnos lo mucho que nos gusta tomar café, sobre todo cuando tenemos un día difícil por delante.
¿Café? No gracias, mejor cortisol
Sin embargo tal vez a nuestro cuerpo no lo haga tan feliz la cafeína, por lo menos no exactamente después de despertar.
Aunque después de levantarnos de la cama no nos sintamos los seres más funcionales del mundo, en realidad nuestro cuerpo está haciendo mucho para que logremos estar alertas.
Al despertar en nuestro cuerpo aumentan los niveles de cortisol: una hormona producida por las glándulas suprarrenales, que es muy importante en el metabolismo y también tiene un efecto en mantenernos alertas.
La cantidad de cortisol en nuestro cuerpo varía a lo largo del día y sabemos que está relacionada con los ciclos circadianos, que regulan el sueño y la vigilia.
Por la mañana, justo al despertarnos, producimos una cantidad alta de cortisol y sabemos también que la cafeína puede aumentar esos niveles, entonces, ¿no pasará que su efecto combinado es mejor?
En realidad eso no es una buena idea: aunque el cortisol es necesario para nuestro cuerpo, tiene algunos efectos secundarios, incrementa la presión arterial y suprime algunas funciones del sistema inmune.
Entonces, ¿a qué hora es mejor tomar café?
Si quieres evitar los efectos no deseados de tener un cortisol elevado, será mejor tomar café cuando las cantidades de esa hormona sean más bajas en tu cuerpo.
El cortisol tiene un máximo nivel casi al despertar y después de eso va bajando poco a poco hasta un mínimo unas tres horas después.
Así que el tiempo ideal para tomar café, dependerá de la hora a la que te despiertas: si lo haces alrededor de las 6am, entonces toma tu primera taza de café a las 9am, pero si eres muy madrugador, podrás tomarlo más temprano.
Tampoco consideres que tienes que medir este tiempo con cronómetro: los niveles de cortisol se mantienen bajos por horas, así que puedes tomar en cuenta que entre las 9-11am sería un buen tiempo para tomar café.
Y si acostumbras tomar café por la tarde, también debes recordar que el cortisol fluctúa durante todo el día, así que hay horas vespertinas, en las que tienes un incremento de esta hormona.
Después de eso, aunque te guste mucho el café, recuerda que la cafeína podría causarte insomnio, así que si quieres tener dulces sueños, evítalo al menos unas tres horas antes de dormir.