Sabemos que la atracción gravitacional que hay entre la Luna y la Tierra es responsable de los cambios periódicos en los niveles del mar, lo que denominamos mareas, pero, ¿qué otra influencia ejerce en nuestras vidas?
Noches de luna
La Luna siempre ha jugado un papel muy especial a lo largo de la historia de la humanidad: por ejemplo, los primeros calendarios se basaron en los ciclos lunares, que son de aproximadamente 28 días.
Eso fue gracias a que algunos de nuestros antepasados eran muy buenos observadores y notaron los cambios de fase por los que pasaba nuestro satélite.
De todas las fases de la luna, siempre ha ejercido una fascinación especial cuando está llena y podemos ver la cara que siempre nos da, completamente iluminada por la luz del Sol que refleja.
Y aunque no tenga luz propia, en las noches de luna llena esa luz reflejada, compite en intensidad con la de nuestras muy iluminadas ciudades.
Caminos oscuros
Esa quizá fue una de las razones por las que cuando no había iluminación artificial, las noches de luna llena fueran tan importantes.
En esas ocasiones muchas personas aprovechaban esa intensa iluminación natural para hacer cosas que se evitaban en las noches oscuras: como por ejemplo recorrer algún camino.
Por supuesto que la iluminación lunar no se compara con la luz del día: de la luz que la Luna recibe del Sol, solo refleja un 14%.
En los días cercanos a su fase llena el disco lunar se ve muy brillante, pero en realidad uno o dos días antes de que sea llena, solo tiene el 50% del brillo que tendrá el día en que esté completamente llena.
Luces nocturnas
Los ritmos circadianos son los procesos biológicos que regulan nuestros ciclos de sueño y tienen mucho que ver con los patrones de luz y oscuridad, relacionados con la rotación de la Tierra.
Hasta ahora se ha prestado mucha atención por ejemplo en cómo la luz artificial ha venido a interferir en esos ciclos, pues ya no solo recibimos luz natural durante ciertas horas, sino que podemos seguir expuestos a ella 24 horas continuas.
Pero, ¿qué tal si la luz de la Luna pudiera influir en eso también? Esa es una pregunta que buscaron responder un grupo de investigadores, que publicó en Science Advances los resultados de un estudio hecho con casi 100 personas.
El grupo de investigación partió del supuesto de que existen otros animales en los que la luz de la luna tiene influencia en los ciclos circadianos y que eso podría pasar con los seres humanos.
Pudieron observar una disminución en las horas de sueño durante los periodos de luna llena, aunque admiten las condiciones del estudio limitan sus resultados: por ejemplo no es posible estandarizar la cantidad de luz de luna que recibían todos los voluntarios.
Así que hoy que hay luna llena, podría ser que duerman menos por eso o solo porque se quedaron leyendo esto hasta tarde.