Durante las últimas semanas vimos a Elon Musk muy activo en sus redes sociales. Charlando sobre SpaceX y un nuevo ambicioso proyecto para su cohete Starship: realizar una prueba de altitud que marcase un nuevo récord para esta nave.
Lo curioso es que Musk desde el principio fue muy claro en su pronóstico sobre el desenlace de este experimento. Afirmando que lo más probable es que el cohete explotaría.
Y bueno, digamos que SpaceX y Elon regresaron a una de sus más viejas y tradicionales costumbres cuando vuelan prototipos…
Cosas que hace «kaboom»
Quedó inmortalizado para la posteridad todo el proceso de la prueba de vuelo con Spacex y su Starship a través de su canal oficial de YouTube.
Ahí podemos ver cómo a lo largo de casi dos horas todo el equipo se enfoca en hacer despegar el cohete y observa cómo durante unos minutos todo parecía ir bien. Hasta que llegaron al momento del aterrizaje:
Como observamos la elevación de 12,5 km de altura fue perfecta. Pero al momento del descenso la nave Starship comenzó a inclinarse demasiado sin mantener su vertical.
Lo curioso aquí es que Elon Musk no se mostró en lo absoluto molesto o perturbado por destruir su prototipo.
Por el contrario, tomó por asalto sus redes sociales para declarar la prueba como un éxito relativo ya que obtuvieron los datos que necesitaban.
La realidad es que Musk desde el principió planteó que esto podría suceder, a la par que el despegue fue limpio, su aceleración también y el descenso igual. Hasta la recta final que todo salió mal.