Habías pensado, ¿dónde viviríamos si se acaba la Tierra? Lo que ha sido pensado en más de una ocasión para ser el argumento principal de una película o que podía parecer una pregunta tirada al aire, ya es producto de varias investigaciones a consecuencia de todas las amenazas latentes que la aquejan, tal como el cambio climático, agotamiento de recursos, catástrofes naturales y eventos cósmicos. Ante este panorama, la búsqueda de planetas habitables ha cobrado una urgencia sin precedentes. La NASA no se ha quedado atrás y esto es un poco de lo que ha investigado.
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Haz las maletas que nos vamos para Kepler
La NASA, no faltando a su tendencia de ir a la vanguardia en exploración espacial, ha dedicado gran parte de sus esfuerzos a la identificación de exoplanetas que puedan albergar vida. El más grande de todos ha sido el de un planeta que bien puede considerarse como un pariente de la Tierra dentro de la vía láctea debido a todas sus similitudes con nuestro planeta e incluso con la posición donde se encuentra, misma que lo posiciona en la zona habitable de una estrella similar a nuestro Sol: hablamos del exoplaneta Kepler-452b.
No todo puede ser color de rosa, pues si bien esta opción tiene fuertes similitudes con la Tierra, es importante señalar que se encuentra a miles de años luz de distancia, lo que hace que una “mudanza” de los miles de millones de personas que habitamos la Tierra sea prácticamente imposible con la tecnología actual. Sin embargo, el simple descubrimiento Kepler-452b ha generado un gran optimismo en la comunidad científica, pues es la prueba que necesitaban para saber que existen otros planetas con condiciones similares a las de la Tierra en nuestra galaxia.
Lo que antes pensábamos que era tarea de extraterrestres en las películas, es ahora algo que aqueja a la humanidad: la colonización de otros planetas. Una tarea que pertenece a la ciencia ficción, los avances tecnológicos de las últimas décadas han hecho que esta posibilidad sea cada vez más real. La humanidad se encuentra en un punto de inflexión: o continuamos explotando los recursos de nuestro planeta hasta agotarlos, o nos aventuramos hacia el espacio para asegurar nuestra supervivencia a largo plazo.
La exploración espacial ya no solo es una cuestión de supervivencia, factor que ya de por sí hace que valga la pena la búsqueda, sino también una oportunidad para expandir nuestros conocimientos y comprender todo lo que hay en nuestro extenso universo que, a pesar de los avances tecnológicos, no terminamos de descifrar.