Bill Gates tuvo una serie reuniones en los últimos años con Jeffrey Epstein, el multimillonario que fue condenado por tráfico de menores y que se suicidó en su celda en agosto de este año. La información revelada por The New York Times contrasta con la versión del fundador de Microsoft, quien le había dicho a The Wall Street Journal que no había tenido «una amistad o una relación de negocios con él».
Según cuenta el medio de comunicación, Gates ha hecho lo posible para no verse vinculado con Epstein. Sin embargo, se compartieron documentos que demuestran lo contrario. En realidad los dos millonarios sí se habrían visto en varias ocasiones y sostenido una reunión hasta altas horas de la noche. Esto, incluso después de que Epstein estuviera por primera vez en la cárcel en 2008 al solicitarle prostitución a una menor de edad.
Dos trabajadores de Bill Gates son importantes en esta historia: Melanie Walker y Boris Nikolic. La primera conoció a Epstein en 1992, seis meses antes de su graduación de la Universidad de Texas. En ese entonces el difunto empresario era asesor de Les Wexner, dueño de Victoria’s Secret. En esa ocasión incluso le ofreció una audición como modelo. Parece que Walker no aceptó la propuesta, pero cuando se graduó, empezó a trabajar para él e inclusive fue su asesora de ciencia desde 1998. Después, en 2006, ella terminaría uniéndose a Bill & Melinda Gates Foundation.
En su nuevo trabajo Walker se hizo amiga de Nikolic, quien era el asesor científico de la fundación. Ya que Walker se mantuvo en contacto con Epstein, se lo presentó a Nikolic, con quien tuvo una relación «amigable». Ambos actuaron como intermediarios entre Gates y Epstein.
La primera vez que ambos millonarios se vieron fue en 2011 en la casa de Epstein. Allí se reunieron con Eva Andersson-Dubin, una ex-Señorita Suecia. La reunión duró hasta altas horas de la madrugada, y se confirmó que la pasaron muy bien. En correos enviados por Epstein frecuentaron comentarios como «Bill es genial!»; mientras que en los de su autoría, Gates reconoció la belleza de Andersson-Dubin y la inteligencia del otro empresario.
Siguió el contacto
En ese entonces, Gates Foundation y JPMorgan estaban trabajando juntos en Global Health Investment Fund. Básicamente se trata de una fundación para invertir en tecnologías médicas en todo el mundo. Curiosamente Epstein estuvo muy interesado en participar, y quería convencer a otros amigos. De hecho, quería crear otro fondo para más proyectos relacionados a la salud.
A finales de 2011, Bill Gates envió a un equipo de empleados a la casa de Epstein a hablar de proyectos de recaudación de fondos para propósitos filantrópicos. Durante la sesión, él quiso dejar en claro que no era una mala persona a pesar de lo que se dijera en internet. Además, señaló que lo que hizo (solicitarle prostitución a una menor de edad) no era peor que «robarse un bagel«. Los presentes no estaban enterados de su accionar, y se preocuparon de la reputación de la compañía por esta relación. Sin embargo, otro equipo lo visitó en 2012.
Pero Bill Gates y Jeffrey Epstein siguieron en contacto. A pesar de que Gates tenga su propio avión privado, él viajó en el de Epstein hasta New Jersey en 2014. Seis meses después volvieron a verse en persona durante una cena.
En octubre de 2014, Gates donó dos millones de dólares al Massachusetts Institute of Technology’s Media Lab. Oficiales de la universidad señalaron que la donación había sido dirigida por Epstein. Representantes del fundador de Microsoft negaron el hecho.
Otros ejecutivos de Gates siguieron en contacto al menos hasta 2017. Desde ese momento no hubo más contacto con Epstein ya que, según se dice, Gates empezó a considerar que «sus ideas no eran legítimas». La distancia se mantuvo hasta la muerte de Epstein en 2019.