Es hora de la noticia freak del día: Una campaña en Indiegogo busca abrir un burdel de robots sexuales, pero hay un «pero»: Debes tener el consentimiento de la máquina.
La idea nace, según palabras de la creadora del concepto, en la necesidad de entablar relaciones «más humanas» con las máquinas, donde «se les trate bien».
Sucede que, según explican, personas solitarias, con algún grado de problema social, autismo o más, tienen serios problemas para entablar relaciones de este tipo, por lo que contar con esta tecnología podría serles de gran ayuda en el futuro, cuando se atrevan a salir al «mundo real».
En un entorno privado debes conversar, conocer y «jugar» con tu robot antes de que empiece el acto amatorio. La inventora explica que además nos podría ayudar a que no exista una «rebelión de los robots» por el mal trato que les damos.
De los 155.000 dólares que buscan, ya han acumulado 2.659, lo que habla que sí, existe un público para este tipo de cosas.
El burdel estará ocupado en Los Angeles, California y en Indiegogo por 122 dólares puedes tener sexo con uno de los robots, pero con su consentimiento, claro.
Además, el local tendrá una cafetería donde puedes conocer a tu robot antes y conversar, para después, si quieres o no, ir a un «privado».