Tuvimos oportunidad de ver por adelantado toda la cuarta temporada de Black Mirror, y es necesario hablar de ella (SIN SPOILERS), porque resulta que es cierto, todas las reseñas publicadas previamente tenían razón. Charlie Brooker lo ha logrado de nuevo, estos nuevos episodios igualan los puntos más climáticos de entregas pasadas y se supera por momentos abriendo nuevos horizontes.
La tercera temporada de Black Mirror fue criticada en su momento por evidenciar el desgaste relativo de su fórmula y aligerar sus tonos para adaptarse al gusto de audiencias más amplias, dejando de lado ese sabor británico y oscuro.
Para esta cuarta serie resulta una grata sorpresa descubrir que regresaron esos elementos injustificadamente ausentes. Black Mirror en su nueva temporada es muy oscura, densa, desesperanzada, condenatoria deprimente, inspiradora y brutal.
Es justo decir que todo lo consigue gracias a la variedad de sus episodios.
Juego de tonos
Este año Charlie Brooker y compañía decidieron jugar con los tonos y géneros de cada episodio para pulir el ritmo de la experiencia conjunta. Black Mirror en su cuarta temporada puede verse en un maratón corrido sin problema alguno, y la variedad de los abordajes es tan extensa que su ritmo el fluido, y hasta grato.
Es así como tenemos episodios que mantienen la mística y dinámica clásica de la saga, como ARKANGEL y Crocodile (aunque aquí juegan con el Scandinavian Noir), que se intercalan con otros géneros jamás vistos antes en la serie.
USS Callister, con una duración tan extensa que bien podría ser una película, puede ser el caso más destacable, ya que apela a la comedia oscura y la farsa para alcanzar una de las mejores mezclas de tono, con un acrobacia narrativa que, de algún modo, resulta casi perfecta.
Hang the DJ manipula con maestría las reglas del juego de confusiones para lograr al final un episodio memorable, torcido, absurdo, pero redondo.
Metalhead está grabada totalmente en blanco y negro, como si se tratase de un episodio viejo de The Twilight Zone, pero con recursos actuales, para dar paso a una historia llena de terror, muy estresante y con altas dosis de adrenalina, que bien podría ser un retrato fiel de la peor pesadilla de Elon Musk o Stephen Hawking.
Mientras que Black Museum plagia de manera original, valga la ironía, esos episodios de cualquier serie convencional, donde hay un montón de buenas ideas, demasiado cortas como para soportar un capítulo entero, pero que mezcladas entre sí dan vida a un nuevo y extraño engendro.
No vayas a la cena de Año Nuevo
La cuarta temporada de Black Mirror es una vivencia imperdible y desafiante. Toma riesgos valientes y va a donde nunca antes se había atrevido para reinventar su ADN, abriendo el terreno a nuevas posibilidades que la encaminan a convertirse en una producción de culto para generaciones futuras.
La experiencia en conjunto con esta cuarta temporada es melancólica, mordaz, deprimente, impresionante y, extrañamente, esperanzadora.
No existe un orden específico para ver los episodios, pero en razón de la mezcla de géneros y ritmos recomendamos la siguiente secuencia para hilar un maratón completo:
- ARKANGEL
- USS Callister
- Metalhead
- Hang the DJ
- Crocodile
- Black Museum
La cuarta temporada de Black Mirror se libera este 29 de diciembre de 2017. Es una excusa perfecta para quedarse en casa y no asistir a las celebraciones de año nuevo.
¿Cuál fue su episodio favorito?