¿Recuerdan el Huawei Mate S? ese teléfono que podía pesar una naranja, y a nadie le importó. Caso similar con Apple y su 3D Touch, con características muy olvidables. Ahora Samsung quiere subirse al carro de las pantallas sensibles a la fuerza y presión. Quizás con más suerte que el resto que no termina de convencer.
Según ejecutivos de la sur-coreana, Samsung adoptará esta tecnología en el Galaxy S8, pero a sabiendas de que su adopción total “será en unos dos años”, dado lo cual podemos ir preparándonos para decepcionarnos con algún gimmick que usaremos solo una vez en la vida.
Muchos han tratado, además de Huawei y Apple está el caso de Meizu. Ninguno ha logrado convencer de la real utilidad de esta función más allá de la “choreza” de que esté. Hagamos algo, deja en los comentarios tu propuesta a las marcas de para qué podría servir realmente esta tecnología.
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