Ha llegado el momento. Klick, el final de la segunda temporada de Better Call Saul ha salido al aire y con ello el cierre de una producción que ha demostrado a cada minuto que se trata de una digna sucesora de Breaking Bad, llegando a constituirse como una serie con vida propia, capaz de lograr por momentos cuotas igual de densas y abrumantes que su hermana mayor.
Nailed nos dejó en vilo, y ahora desde el primer segundo de este episodio la incertidumbre y angustia está a tope. Cualquier decisión tomada por Jimmy significa un punto sin retorno y una eventual condena, una apuesta perdida de antemano donde sólo nos quedaba conocer cuál de los indeseables caminos terminaría eligiendo nuestro protagonista.
Pero antes la primera secuencia nos ofrece un flashback, con Jimmy y Chuck en el lecho de muerte de su madre, con una escena terriblemente sutil en donde se marca el despecho y resentimiento del hermano mayor, detonado por el velado preferitismo de su progenitora hacia Jimmy. Una secuencia devastadora que marca el tono de los siguientes acontecimientos.
(C) AMC
En el presente Jimmy decide «hacer lo correcto» e ir al auxilio de su hermano, que termina internado en el hospital, repitiendo la misma tortura que en su última visita, pero con más riesgos en juego debido a que no conocen las causas reales de su colapso. Pero Chuck sigue obstinado en exponer a su hermano, hasta que Ernie interviene y miente a favor de Jimmy, como un acto de reconocimiento y amistad.
Chuck es forzado a realizarse una tomografía mientras Jimmy, impaciente en la sala de espera termina viendo por la TV el comercial al que han invertido tanto tiempo durante los últimos episodios. Es su momento de gloria, pero decide apagar su teléfono para concentrarse en su hermano. Algo sucedió con Chuck que quedó en un estado autoinducido de catatonia.
Mientras, el clan Salamanca se encarga de los cabos sueltos dejados tras el golpe de Mike, y el hombre decide tomar cartas en el asunto comprando un rifle y tomando una práctica como francotirador, asistido por Lawson, nuestro traficante de armas favorito en la ciudad.
«I don’t know what you are if you’re not a lawyer»
(C) AMC
Chuck sale de su estado luego de 20 horas, pide ayuda a Jimmy y terminan volviendo a su hogar. Agradece la ayuda lo mejor que puede y se queda solo, momento que aprovecha para buscar un objeto en la cochera de su casa, el hermano mayor planea algo.
Mike se prepara para atacar y se posiciona a lo lejos de una casa familiar para aquellos seguidores de Breaking Bad. Se prepara la ejecución del conductor del camión de helados, pero la presencia imprevista de los primos, del propio Héctor Salamanca y la ausencia de un disparo limpio obliga a Mike a dudar sobre su plan, hasta que descubre que alguien encontró su auto, dejando un mensaje que le advierte sobre no atacar a Salamanca.
Volvemos al nuevo despacho de Jimmy y descubrimos que al parecer su anuncio tuvo bastante éxito, pero Kim lo interrumpe para comentarle que Howard necesita hablar urgentemente con él. Resulta que Chuck intenta convertir su casa en una Jaula de Faraday, cubriéndola totalmente de papel estaño.
Se hace un paralelismo con la secuencia inicial del episodio y ahora Jimmy sí logra convencer a Chuck de tomar un descanso sobre su proyecto, y discuten sobre el retiro y abandono que Chuck ha comunicado a sus socios del despacho.
Chuck se culpa por el error que lo llevó a perder la cuenta de Mesa Verde y Jimmy termina confesando todo, es entonces que descubrimos que el objeto que Chuck sacó de su cochera era una grabadora…
Y ahí termina la temporada, con el «Klick» del aparato que condenará a Jimmy sin que se haya dado cuenta.
Guiños a Breaking Bad
(C) AMC
El final de temporada de Better Call Saul constituye también un punto donde las referencias y guiños son alusivos a algunos puntos abordados dentro de la trama de la propia serie a lo largo de estos diez episodios.
La secuencia de créditos, que muestra una taza de «The World’s Greatest Lawyer» estrellándose en el suelo, mientras Jimmy vivió con su taza de «The World’s 2nd Greatest Lawyer» durante buena parte de la temporada. Los paralelismos entre la secuencia inicial y la final del episodio, con Jimmy intentando convencer a su hermano de darse un respiro de sus actividades.
La visualización del comercial de TV, proyectado para ser un momento climático y que termina en segundo plano por el giro en los hechos. El planteamiento recurrente de que Mike usara un rifle de francotirador, desde su charla con Nacho para matar a Tuco hasta el acercamiento inicial con Lawson, pero que igual termina en un intento frustrado.
Tenemos también el respeto ritualista a la dinámica de la serie, donde, si un episodio termina con un cliffhanger elevado, entonces el siguiente capítulo debe empezar con un flashback ajeno en apariencia pero que plantea una línea ambiental para el drama de la historia abordada. Tal como sucedió entre el final trepidante de To’hajiilee y la escena del pasado con la que inicia Ozymandias, lo mismo pasa entre Nailed y Klick.
(C) AMC
Por otro lado, existe un paralelismo argumental interesante entre Breaking Bad y Better Call Saul: ambas series, en un punto climático del cierre de su segunda temporada, ponen a su protagonista a que tome una decisión crítica, bajo una situación extrema, que decidirá el resto de su vida. Por un lado Walter White que opta por permitir que Jane se ahogue en su propio vómito, y por el otro Jimmy que decide ir a salvar a Chuck.
La aparición de Lawson, los primos y Héctor Salamanca son guiños obvios a Breaking Bad ya abordados en otros análisis, pero esa casa en medio de la nada nos evoca totalmente a aquella vivienda casi abandonada donde terminan Walter White y Jesse Pinkman, con el propio Héctor y Tuco, a la espera del arribo de los primos, hasta que llego Hank a interrumpir los planes y matar a Tuco.
En Better Call Saul la locación de esa morada luce más desértica, pero la disposición es casi idéntica, confirmando al menos que el modus operandi del clan Salamanca se mantenía prácticamente igual, con el ritual de cavar en el inmenso patio una tumba para cada persona próxima a ser ejecutada.
El hospital donde Chuck termina siendo internado es el mismo donde Brock pasaría la noche algunos años más tarde, bajo la sospecha de que fue envenenado por la risina de Walter y Jesse. Incluso la enfermera que los atiendes es de nuevo la misma, un easter-egg que se vio por primera vez en la temporada pasada y que se repite ahora.
En razón de la fan-theory que circulaba desde hace dos semanas se esperaba que este episodio viéramos el regreso (o introducción) de Gus Fring, pero no hay nada certero, sólo la elevada sospecha de que fue él quien puso el letrero de advertencia sobre el coche de Mike, algo que tiene sentido si recordamos aquella escena igual de críptica en One Minute que advirtió a Hank de los primos y le salvó la vida.
Es admirable que la gente de AMC no se preocupe por cerrar la temporada con una nota alta que eleve la emoción al tope, al contrario, se están dedicando a contar su historia, y explotará en la cara del espectador cuando sea el momento justo y necesario.
La tercera temporada promete mucho y este episodio reafirma el valor de Better Call Saul como una de las mejores series de la actualidad.
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