Un grupo de químicos e ingenieros en nanotecnología anunció el desarrollo de una malla ultrafina que pretende fundir el cerebro para crear una interfaz híbrida entre una máquina y un circuito biológico, señala Gizmodo Australia.
El experimento, que ya ha sido probado en ratones de laboratorio, fue publicado en el último mes en la revista Nature Nanotechnology y tendría la capacidad de «programar» las neuronas para liberar distintos tipos de sustancias químicas a través del pensamiento. La «malla electrónica» sería tan pequeña que incluso se podría inyectar a través de una aguja, por lo que no sería necesario una cirugía, por ejemplo.
En la imagen siguiente se puede ver la malla microscópica junto a las neuronas de los ratones de laboratorio.
Dentro de las potencialidades, los investigadores aseguran que podría servir para analizar la actividad cerebral, tratar enfermedades y trastornos degenerativos como el Parkinson, además de mejorar las capacidades cerebrales. Asimismo, también podría ser usado para fines militares, de hecho el programa Cyborgcell de la Fuerza Aérea de Estados Unidos estaría apoyando esta investigación con fondos, señala la revista Smithsonianmag.
Los científicos esperan comenzar las pruebas en seres humanos tan pronto como sea posible, aunque para que esto realmente ocurra pasarán varios años. Aún así es sorprendente que cada vez estemos más conectados a las máquinas. ¿Es este el principio del fin?