Bionic Commando Rearmed 2 es la secuela del primer Rearmed, que salió hace un par de años y como introductorio al Bionic Commando moderno lanzado por Capcom. Lejos del concepto 3D de la versión moderna, Rearmed se decanta por las plataformas de siempre, en modo 2.5D, y que si bien tiene detalles interesantes, el cuadro general nunca levanta vuelo y se queda volando a media altura, más cerca del suelo que del cielo.
Este Rearmed 2 retoma los conceptos ya vistos en la primera parte: avance vertical y horizontal, algo de disparos, una buena porción de plataformas, y mucho balanceo. Los implantes biónicos del protagonista son la principal arma y herramienta para ir desplazándose a través de los niveles, en su mayoría creados para que colgarse y balancearse en las plataformas sea el movimiento casi principal durante todo el juego.
El setting del título tiene poco de especial, pero sí es bien familiar: en las Islas Papagayas manda un dictador llamado General Sabio, que amenaza a medio mundo y donde llega Nathan Spencer y su equipo a detener al malvado dictador. Obviamente las cosas salen mal desde un principio, y con las comunicaciones interrumpidas entre el protagonista y su equipo, Spencer queda solo contra el barrio, sin más chance que ponerse en marcha con la ayuda de sus armas y habilidades.
Las habilidades se cuentan por mejoras -activas o pasivas- al brazo biónico, que durante el desarrollo del juego van haciéndose algo necesarias para ir superando algunos obstáculos o situaciones. Además, se incluye un visor tipo scanner, que al utilizarlo da información relevante sobre lo que tengamos en pantalla, ya sean objetos que haya que mover, o hasta tips sobre puntos débiles de algunos jefes. Es un detalle interesante, pero en pocos momentos se siente hiper necesario, y cualquier jugador con experiencia en este tipo de juegos desde generaciones muy pasadas podría perfectamente obviar esta mini ayuda.
Ya hablando de lo principal del juego, el desarrollo es bastante lineal. No tanto por el diseño de los niveles, que parecen mucho más orientados al plataformeo que a la acción en sí, sino porque en pocos momentos cambia el ritmo y el momentum del juego. En otras palabras, el desarrollo jugable de Rearmed 2 es hiper plano; casi como cantar una canción todo el rato en el mismo tono, sin momentos álgidos donde suba la adrenalina, o momentos de relativo descanso para bajar las revoluciones.
Ni siquiera los jefes escapan a esto. Son bastante sencillos de derrotar, los puntos débiles quedan a la vista casi de inmediato (el scanner lo terminé utilizando contra los jefes casi por curiosidad), y las batallas en general están lejos de ser brutales o épicas como uno pudiera esperar del término “jefe”. Existen también un par de secciones donde manejamos un helicóptero y hay que destruir todo desde el aire, pero la perspectiva siempre sigue siendo la misma, y de nuevo, no se ofrece ni un ritmo diferente ni una base que cambie radicalmente la acción.
Es extraño también que el control del juego transmita sensaciones encontradas. Por un lado, los movimientos relacionados al uso de los gadgets biónicos y las habilidades son precisos; por otra parte, los saltos de Nathan son, cuanto menos, extraños. En mi caso, muchas de las muertes fueron porque el pequeño input lag y el “peso” del movimiento juegan malas pasadas; lo mismo, para derrotar a cierto jefe hay que ejecutar un movimiento que incluye salto y que se siente mal calibrado.
A fin de cuentas, pareciera que todo lo que hay dentro de Bionic Commando Rearmed 2 se funde en una sola capa extremadamente monocromática, que no levanta vuelo en ningún momento y que puede terminar aburriendo fácilmente por esa misma causa. Es un juego hasta cierto punto extraño: fuera de lo comentado del control, no tiene puntos extremadamente bajos, y hay algunas cosas para resaltar como lo vistoso del apartado visual y el audio al estilo 8-bit que seguramente va a traerle muchos recuerdos a los jugadores más antiguos.
Pero que no sea extremadamente malo, no significa que sea bueno por defecto. La linealidad de su desarrollo, la casi inexistente curva de dificultad, y el desgano con que se presenta el guión, le quita muchos puntos. Hay algo peor que hacer un juego que no cumpla las expectativas: tener un juego con una base potencialmente muy explotable, y ejecutarlo de pésima forma; justamente, el caso de este Bionic Commando Rearmed 2.
Disponible en Xbox Live y Playstation Network, por 1200 MSP o 15 dólares respectivamente.
Lo imperdible:
- Visualmente es muy agradable.
- El uso de las habilidades y el plataformeo en general.
Lo impresentable:
- El desarrollo es demasiado lineal y plano.
- Salto poco refinado.
- El concepto en general del juego da para mucho más.
Regular …que no sea extremadamente malo, no significa que sea bueno por defecto.”