Según Borut Povše, jefe de la investigación, este trabajo tiene un objetivo a largo plazo:
Para hacer la investigación, los científicos ocuparon un robot usado para armar máquinas vendedoras de café hecho por Epson. Convencieron a seis voluntarios los que luego fueron golpeados 18 veces en el brazo, en diferentes intensidades y con dos tipos de herramienta, una redonda y otra con punta. Luego se les pidió que clasificaran el dolor en: sin dolor, leve, moderado, horrible o insoportable. Povše probó la máquina antes y dijo que la mayoría de los golpes iba entre leve y moderado.
La próxima etapa del trabajo es probar colisiones más fuertes usando un brazo artificial. La idea es poder estandarizar la velocidad y fuerza con la que debe moverse un robot cuando nota que hay un humano cerca.
Link: Robot arm punches human to obey Asimov’s laws (NewScientist)