Todos conocemos a grandes rasgos la historia: Jack Dorsey, creador de Twitter, un día de abril de 2022, de la nada escribió una carta de disculpa por “centralizar internet” y permitir lo que le terminó sucediendo a su red social.
Lo que terminó sucediendo después resultó aún más raro. Ya que fuimos testigos de cómo empezó esta espiral inexplicable e inesperada en donde Elon Musk comenzó a adquirir acciones de Twitter, aparentemente con la intención de inflar su valor para luego venderlas más caras, pero se terminó viendo obligado a comprar la plataforma.
Desde entonces hemos visto cómo Twitter ha pasado por toda clase de calamidades, desde perder su nombre, deber la renta de sus oficinas y quedar virtualmente inservible en múltiples aspectos. Hasta esa sensación cada vez más incómoda de que al parecer desean cobrar ya por todo.
En los últimos meses hemos sido testigos impotentes de lo que Elon Musk le ha hecho a X, antes Twitter, con cada una de las decisiones que ha tomado y que han terminado por dinamitar el legado de una de las redes sociales más populares de años pasados.
Pero Jack Dorsey no se quedó quieto y fundó una nueva plataforma: Bluesky. Un proyecto que lucía casi inofensivo al principio pero que ahora ha crecido más gracias a una inyección millonaria de fondos.
En su momento nos apuntamos a la lista de espera para la fase beta de la red social y hace una semana por fin recibimos la invitación. Estas son nuestras impresiones.
Bluesky es justo como Twitter al principio: cero desinformación, con microblogging y sin Elon Musk
En los últimos años, Twitter había sido objeto de un intenso debate. Por un lado, se reconoce su potencial para conectar a las personas, compartir información y crear comunidades. Pero por otro lado, también se criticó su capacidad para fungir como un difusor de odio, desinformación y polarización.
Todos estos factores negativos se elevaron cuando Musk tomó control de Twitter para convertirlo en X. Bajo tal contexto, Bluesky, nace como algo diametralmente opuesto en más de un sentido.
Se trata de un proyecto diseñado para ser una plataforma descentralizada y abierta, que permita a los usuarios controlar sus datos y su experiencia.
Hay varias razones por las que Bluesky podría superar a X, la empresa que antes se conocía como Twitter. En primer lugar, Bluesky está el factor ya abordado de estar descentralizado, lo que la hace más resistente a la censura y la manipulación.
Esto significa que no hay una sola entidad que controle la plataforma. En cambio, los usuarios son los propietarios de sus datos y tienen el control de su experiencia.
En segundo lugar, Bluesky es, en teoría, una plataforma abierta. Esto significa que cualquier persona puede contribuir al desarrollo de la misma. Y en tercer lugar, la red social está diseñado para ser respetuoso con la privacidad. La plataforma utiliza un cifrado de extremo a extremo para proteger los datos de todos.
Su mayor reto por ahora está en encontrar el modo de volverse más escalable para poder atender a una gran cantidad de usuarios manteniendo el orden actual.
Por fortuna la configuración de cuenta es un proceso sencillo y rápido. La comunidad en este punto es tan inofensiva como la Threads o hasta más.
Pero hay carencias naturales por el punto de crecimiento de la app. Se pueden compartir fotos, pero no video. No hay animaciones GIF, pero sí el equivalente al Fav y el Retuit.
Encontrar a quien seguir también puede ser complejo a menos que sigas a cuentas de famosos. Pero la sensación de paz orden realmente nos recuerda la Twitter original. Ese que era bueno.