La inteligencia artificial no sólo se ha tomado importancia en nuestra vida diaria si no que también, han sido motivo de discusión en el mundo corporativo pues ahora nos ha dado un nuevo capítulo en la rivalidad entre Elon Musk y Sam Altman gracias a la filtración de un conjunto de correos electrónicos que detallan los primeros pasos de OpenAI. Por si pareciera poco, estos intercambios entre los fundadores de la compañía, incluyendo figuras prominentes como Andrej Karpathy e Ilya Sutskever, dando a conocer motivaciones, desafíos y visiones que volvieron a la IA lo que conocemos hoy en día.
Los correos donde todo se formó
Las filtraciones nos remontan a mayo de 2015, donde contrario a lo que pasa ahora, Altman planteó a Musk la idea de crear una organización sin fines de lucro que tuviera como objetivo desarrollar inteligencia artificial de una forma segura que ayudara a la humanidad. La propuesta, inspirada en el Proyecto Manhattan, buscaba contrarrestar el dominio de Google DeepMind en el campo y garantizar una distribución equitativa de los beneficios de la IA.
En línea con ello, los correos dieron a conocer una gran preocupación por el aumento en importancia que le dió Google a su división de investigación DeepMind. Misma que Musk describió como una amenaza potencial debido a su ambición de dominar en su totalidad el campo de la IA y su enfoque centralizado. Para competir con este gigante tecnológico, OpenAI diseñó un atractivo paquete de compensación para atraer a los mejores investigadores y desarrolló una estrategia enfocada en la inversión en infraestructura computacional y el acceso a grandes conjuntos de datos.
Andrej Karpathy, uno de los fundadores más visionarios de OpenAI, destacó la importancia de la capacidad computacional como motor del progreso en IA. Según Karpathy, la disponibilidad de sistemas computacionales masivos y la infraestructura necesaria para procesar grandes cantidades de datos son factores clave para el desarrollo de modelos de IA cada vez más sofisticados.
Los correos filtrados también muestran cómo los fundadores de OpenAI concibieron una estructura híbrida que combinaba los incentivos del mundo empresarial con la misión social de una fundación. Esta visión, sin embargo, ha evolucionado con el tiempo, y la relación entre los fundadores ha experimentado tensiones, culminando en la reciente disputa legal entre Musk y Altman.