Recibir un mensaje de WhatsApp hoy en día, en pleno 2022 puede poner nostálgico a más de un usuario que tuvo la fortuna de conocer el mundo antes de la existencia de internet.
Ya que por ende tuvo que pasar por un túnel complejo, lleno de happy punk, boy bands, MTV y software conectado a la red pero muy rudimentario. Así fue el caso con quienes habitamos alguna vez en un canal de IRC.
Estamos hablando de una red que existió hace un par décadas, un poco más de tiempo, que fue antecesor previo incluso al legendario MSN Messenger, y que en su momento representó una de las formas más avanzadas y exclusivas de conversar en tiempo real con alguien del otro lado de la conexión.
Sin embargo no todo puede durar para siempre y con IRC se vivió un caso triste, particularmente en el sector hispano, donde intrigas de comunidad y viles negocios entre compañías ajenas al software terminaron dinamitando todo.
Un réquiem por IRC: ¿larga vida a WhatsApp?
IRC fue un protocolo innovador y brutal al momento de su lanzamiento. Como leyeron ahí atrás, se trataba de un propio protocolo de Internet, igual que el HTTP o el cada vez más olvidado FTP.
Fue creado en 1988 por el desarrollador finés Jarko Oikarinen desde las instalaciones de la Universidad de Oulu en Finlandia.
Inició como un proyecto para sustituir a otro programa de chat pero luego creció y se convirtió en un monstruo completamente aparte.
Donde su estructura de canales, la exigencia de mantenimiento de servidores y el uso de comandos para iniciar algunas acciones específicas en los salones de charla hizo que esta comunidad no fuera accesible para todos, fungiendo como un filtro natural.
En uno de sus mejores momentos, cerca del año 2002, el canal de IRC-Hispano llegó a acumular más de 45 mil usuarios. Pero fue ahí que inició el intento por implementar un sistema de cobro por el uso de nicks. Eso entre otras medidas y adquisiciones privadas terminaron fastidiando todo.
En 2004 llegó Facebook, y poco a poco inició el boom de las aplicaciones de mensajería que terminaron dando el tiro de gracia, en especial con el arribo de WhatsApp.
Para 2011 apenas había poco más de 25 mil usuarios en el canal latino y en 2015 desapareció el IRC-Hispano para renombrarse como ‘Chat Hispano’.
La plataforma sigue ahí, a su modo, pero no es ni la sombra de lo que fue. Por su parte Oikarinen, el creador de IRC, técnicamente, grabó su nombre en la historia con este protocolo de chat, pero ha tenido igual una trayectoria interesante.
Fue gerente general de Nokia durante el periodo de mayor esplendor de la compañía como fabricante de teléfonos móviles y proveedor de telecomunicaciones, luego, en 2016, inició una nueva etapa en Google, desarrollando sus aplicaciones como Hangout y Meet.
En cierto modo la estela de IRC prevalece ahí en esos servicios de mensajería instantánea. Aunque no sea lo mismo.