Parece que Europa no piensa quedarse atrás en la carrera por la conectividad satelital. La Unión Europea acaba de firmar un acuerdo gigantesco para desarrollar IRIS², su propia constelación de 290 satélites que promete llevar Internet de alta velocidad a los rincones más remotos del continente y proporcionar conexiones seguras a gobiernos, empresas y ciudadanos europeos.
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¿El objetivo? Plantarle cara al todopoderoso Starlink de Elon Musk. Porque, al parecer, hasta en el espacio, nadie quiere quedarse sin competencia.
El ambicioso proyecto público-privado tiene un valor de 10.600 millones de euros (aproximadamente 11.000 millones de dólares, porque sabemos que los números grandes siempre impresionan más en dólares). Según The Financial Times, IRIS² estará listo para ponerse en marcha en 2030. O al menos esa es la esperanza. Porque, ya saben, estas cosas en el espacio tienden a tardar un poco más de lo planeado.
SpaceRISE: Europa arma su “escuadrón galáctico”
Para sacar adelante esta misión estelar, Europa ha reclutado un auténtico equipo de élite. El consorcio responsable, conocido como SpaceRISE, está liderado por pesos pesados de las comunicaciones satelitales como SES, Eutelsat e Hispasat. Estos nombres no vienen solos: también cuentan con el apoyo de gigantes europeos como Airbus y Deutsche Telekom. Sí, es básicamente un “dream team” espacial con un marcado acento europeo.
El consorcio ha recibido un contrato de 12 años para desarrollar, desplegar y operar esta constelación que lleva el rimbombante nombre de Infraestructura para la Resiliencia, la Interconectividad y la Seguridad por Satélite, o IRIS², para los amigos. Con ese nombre, suena como si además de dar Internet, protegiera a la Tierra de alienígenas.
La misión: conectividad y seguridad en todo el continente
Según Henna Virkkunen, vicepresidenta ejecutiva de Soberanía Tecnológica (sí, ese es un título real), este proyecto no solo está aquí para conectar zonas rurales olvidadas, sino también para proteger infraestructuras críticas y reforzar la independencia tecnológica de Europa. Porque, claro, ¿qué es la autonomía estratégica sin una flota de satélites orbitando el planeta, verdad?
“Esta constelación de vanguardia protegerá nuestras infraestructuras críticas, conectará nuestras áreas más remotas y aumentará la autonomía estratégica de Europa”, dijo Virkkunen, dejando claro que este no es solo un proyecto de telecomunicaciones: es una declaración de intenciones. Europa no quiere depender de nadie más, ni siquiera del Wi-Fi de Elon Musk.
La competencia con Starlink: que comience el enfrentamiento espacial
Por supuesto, el verdadero elefante en la sala (o en este caso, el gigante en órbita) es Starlink, la constelación de satélites de SpaceX que Elon Musk ha ido lanzando al espacio como si fueran cohetes de Año Nuevo. Desde 2018, Starlink ya ha desplegado unos 7,000 satélites y domina el mercado de Internet satelital, ofreciendo conexiones rápidas en todo el mundo.
Pero no todo el mundo está contento con el reinado de Starlink. Jessica Rosenworcel, presidenta de la FCC en Estados Unidos, declaró recientemente que es hora de que haya más competencia en el espacio. Según ella, “nuestra economía no se beneficia de los monopolios”. Y aunque no lo dijo directamente, probablemente estaba mirando a Musk mientras lo pensaba. ¿El espacio? Tampoco debería ser la excepción.
Un futuro en el que Europa tiene su propia Wi-Fi espacial
El camino hacia el éxito para IRIS² no será fácil. Competir con un gigante como Starlink, que ya tiene una red global y ha demostrado ser capaz de conectar desde casas en las montañas hasta búnkeres en zonas de conflicto, no es poca cosa. Pero si todo sale según el plan (y los satélites llegan a órbita a tiempo), Europa tendrá algo que ofrecer que va más allá de solo Internet: un sistema propio, más seguro y adaptado a sus necesidades estratégicas.
¿Funcionará este rival europeo? El tiempo (y tal vez un par de satélites estrellándose en el proceso) lo dirá. Lo único seguro es que, en esta carrera espacial moderna, Europa finalmente está en la pista y lista para despegar. Starlink, prepárate, porque en 2030 tendrás competencia. O al menos eso esperamos.