Una compañía de Estados Unidos trabaja en establecer conexión directa entre los teléfonos inteligentes y los satélites, en los próximos años. Lynk, establecida en Virginia, lanzó un satélite en el cohete Falcon 9 de SpaceX, vuelo Transporter-2, en junio de este año.
Ya logró una conexión directa entre teléfonos y el satélite en órbita, de nombre Shannon, y el desafío está en mejorar la tecnología (la conectividad dura pocos minutos a la vez por cada smartphone), además de expandir el servicio.
Los teléfonos que probaron por primera vez su vínculo satelital se encuentran en Estados Unidos, el Reino Unido y las Bahamas. Pero, ¿en qué cambió su uso? ¿Qué mejoró con la conexión?
El beneficio de los teléfonos conectados a satélites
Por pocos minutos luchó contra la interferencia del “ruido” de millones de otros teléfonos, además de compensar el efecto Doppler. Este consiste en el aumento y disminución de frecuencias, a medida que el transmisor y el receptor se mueven hacia o lejos el uno del otro.
La función de las torres de telefonía celular la cumplió, en mucha mejor manera pero por pocos minutos, el satélite Shannon, de un metro por un metro.
Para 2022, Lynk espera tener al menos 10 satélites orbitando la Tierra a unos 500 kilómetros de su superficie. Esto aumentará la conectividad de unos minutos a algunas horas.
En 2023, la compañía estadounidense espera contar con cien satélites en el espacio. ¿Más adelante? Unos 1.500. “Todo esto es necesario para una red continua y en tiempo real”, señaló Charles Miller, CEO de Lynk.
Mensajes en medio de la nada
El desafío cercano, con los satélites puestos en órbita en 2022 y 2023, es ofrecer una herramienta de comunicación en lugares de difícil acceso, como las cimas de las montañas o los sitios afectados por desastres naturales. Inicialmente permitirá el envío de mensajes de texto.
“Cuando a la gente se le presenta el escenario de no tener nada, o un satélite cada 15 minutos, lo que ofrece Lynk es mejor que nada”, destacó Miller. “Es una tecnología que salva vidas”.
De acuerdo con el CEO de Lynk, en un momento dado hasta 750 millones de personas están experimentando una desconexión. Ese es el vacío que quiere cubrir su empresa.
La recaudación de la compañía en la actualidad es de 20 millones de dólares en inversión, con acuerdos con empresas de telecomunicación en las Bahamas y en la República Centroafricana, explica Ars Technica.