Meta, Google, TikTok y X han decidido alinear sus fuerzas con los legisladores europeos para frenar el discurso de odio ilegal en sus plataformas. La Comisión Europea, muy metida en su papel de policía digital, anunció este lunes una nueva versión del Código de Conducta para contrarrestar el discurso de odio ilegal en línea.
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Este código no solo lleva un nombre un tanto pretencioso —Código de conducta para contrarrestar el discurso de odio ilegal en línea Plus—, sino que promete ser el manual de buenas prácticas para las plataformas en materia de moderación de contenido.
Un Club Tecnológico para la Tolerancia (Con Miembros de Dudosa Reputación)
Entre los firmantes del nuevo código se encuentran nombres de peso pesado como Facebook, Instagram, TikTok, Twitch, YouTube, Snapchat, y sí, incluso el olvidado LinkedIn. También se unieron a la causa algunos inesperados invitados como Dailymotion, Rakuten Viber y hasta un portal francés llamado Jeuxvideo.com que, siendo sinceros, no muchos fuera de Francia habrían incluido en la lista de “plataformas que pueden cambiar el mundo”.
En resumen, parece una lista de amigos que prometen no hacer travesuras... al menos no hasta que los adultos de la UE dejen de mirar.
El nuevo código compromete a estas plataformas a tres cosas principales: ser transparentes sobre cómo detectan y reducen el discurso de odio, dejar que observadores externos revisen sus procesos (¿a alguien más le suena incómodo esto?), y lo más importante, revisar al menos dos tercios de los reportes de discurso de odio en un plazo de 24 horas.
Así que, en teoría, si reportas algo hoy, debería haber una resolución antes de que termines tu serie en Netflix... o eso dicen.
El Odio No Solo Es Tóxico, También Es Un Problema Europeo
El comisario europeo Michael McGrath no se anduvo con rodeos y dejó claro lo serio que es esto para la Unión Europea. En un comunicado contundente, dijo: “El odio y la polarización son amenazas a los valores y los derechos fundamentales de la UE y socavan la estabilidad de nuestras democracias”. Básicamente, McGrath no quiere que Europa sea la sede del próximo apocalipsis digital.
El código, sin embargo, no es obligatorio. Es un compromiso voluntario, algo así como decir: “Confío en que limpiarás tu cuarto sin que te lo diga”. Esto ha llevado a situaciones curiosas, como cuando Elon Musk decidió retirar a X (o Twitter, dependiendo de tu nivel de nostalgia) del Código de Prácticas sobre Desinformación de la UE en 2022, dejando en claro que los compromisos voluntarios no son exactamente su estilo.
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¿Compromiso Real o Relaciones Públicas?
El nuevo Código de Conducta Plus se siente como un paso en la dirección correcta, pero también deja abierta la pregunta: ¿Qué tan comprometidas están realmente estas plataformas?
Por ejemplo, X no solo se retiró del código anterior, sino que desde entonces ha sido señalado como un caldo de cultivo para la desinformación y el contenido tóxico. Y aunque Meta y Google suelen ser los primeros en firmar acuerdos de este tipo, su historial de moderación es... digamos, imperfecto.
Por otro lado, estas empresas tienen un interés claro en mantener contentos a los legisladores europeos, ya que la Ley de Servicios Digitales (DSA) les obliga a cumplir ciertas reglas sobre moderación de contenido. Así que, mientras que firmar este código parece un acto de altruismo, en realidad podría ser más un movimiento estratégico para evitar multas astronómicas y titulares incómodos.
El Código de Conducta
El problema del discurso de odio en línea no se resolverá únicamente con códigos y compromisos. Para empezar, las plataformas deben invertir realmente en herramientas de moderación efectivas y, lo más importante, en moderadores humanos capacitados.
Por ahora, el Código de Conducta Plus parece una buena intención más que una solución definitiva. Aún está por verse si estas grandes tecnológicas pueden pasar de las palabras a los hechos. Pero si hay algo claro es que, al menos por ahora, los legisladores europeos no les quitarán el ojo de encima.
¿Será este código el paso que necesitamos para limpiar el caos de las redes sociales, o será solo otro intento fallido que terminará olvidado en la larga lista de buenas ideas que nunca se ejecutaron? Solo el tiempo lo dirá.
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