Si últimamente sientes que tu Smart TV está exagerando con la cantidad de anuncios que te muestra, no estás solo, y no es tu imaginación. El mercado de televisores está experimentando un cambio significativo, y aunque hay una buena noticia para los compradores, también hay una mala: los anuncios están tomando el protagonismo en tu experiencia de visualización.
Televisores más baratos, pero con un costo oculto
De acuerdo con un análisis reciente de la firma de investigación de mercado Omdia, los precios de los televisores han estado bajando tanto que algunas empresas están vendiéndolos con pérdidas.
Por ejemplo, marcas como Vizio y Roku, según Omdia, tienen márgenes de ganancia negativos que oscilan entre el -3% y el -7%. La razón detrás de esta estrategia es simple: están dejando de depender de las ganancias obtenidas por la venta del hardware y, en cambio, buscan compensar esas pérdidas con ingresos provenientes de la publicidad y, posiblemente, de los datos de los usuarios.
Paul Gray, director de investigación de productos electrónicos de consumo de Omdia, explica que esta estrategia se basa en “luchar por los usuarios”, lo que significa vender los televisores a precios atractivos para atraer a más consumidores, incluso si esto implica asumir pérdidas iniciales.
Sin embargo, esa accesibilidad tiene un precio: una experiencia cada vez más cargada de anuncios que financian los bajos costos de los televisores. Esto es especialmente evidente en mercados como el norteamericano, donde la publicidad está jugando un rol cada vez más central en el modelo de ingresos de los fabricantes de Smart TV.
¿Qué significa esto para los consumidores?
En pocas palabras, los compradores tendrán que elegir entre dos opciones: pagar menos por un televisor y tolerar una mayor cantidad de anuncios, o pagar más por una experiencia con menos publicidad. Ya hemos visto modelos radicales como el de Telly en 2023, que regalaba televisores con la esperanza de obtener ganancias únicamente a través de anuncios visibles constantemente. Aunque la mayoría de los fabricantes no han llegado a ese nivel, la tendencia está clara.
El problema con este modelo de ingresos basado en publicidad es que puede volverse insostenible. A medida que las ganancias publicitarias por usuario disminuyen, los fabricantes podrían intensificar la cantidad de anuncios para compensar. Esto podría llevar a una experiencia de visualización cada vez más invasiva y frustrante.
Para mitigar esto, muchos usuarios optan por dispositivos externos como Google TV, Roku Stick o Apple TV, que ofrecen interfaces menos intrusivas. Sin embargo, no está garantizado que esta solución dure para siempre, ya que los anuncios en servicios de streaming continúan aumentando, y el acceso a opciones “sin anuncios” generalmente viene con un costo adicional.
¿El futuro? Más anuncios o pagar por evitarlos
Lo que los consumidores ahorran inicialmente al comprar un televisor barato podría recuperarse varias veces a lo largo de la vida útil del dispositivo, ya sea a través de servicios con publicidad o suscripciones más caras para eliminar los anuncios.
Este modelo está cambiando la manera en que interactuamos con nuestros dispositivos de entretenimiento y pone en manos de los usuarios una decisión importante: ¿prefieres pagar más por adelantado o lidiar con un constante bombardeo de anuncios?
En definitiva, mientras los precios de los televisores continúan bajando, el costo real de poseer uno podría no ser tan “barato” como parece. ¿Estás dispuesto a pagar con tu tiempo? O, en otras palabras, ¿estás dispuesto a ver más anuncios para disfrutar de un televisor más económico? El debate sigue abierto, y dependerá de cada consumidor decidir cuál es su prioridad.