1. Intercambio de Archivos: Olvídate de las Memorias USB
Compartir archivos en tu red debería ser tan fácil como repartir galletas en una fiesta. Sin embargo, “gracias” a Windows 10 y 11, las cosas se complicaron un poco con las cuentas de Microsoft y las maravillas de Windows Hello. Pero no te preocupes, con un poco de paciencia, puedes configurar el intercambio de archivos y hacer que funcione.
Paso a paso para configurar el intercambio de archivos en Windows 10/11:
- Ve a Configuración > Red e Internet > Configuración de red avanzada > Configuración de uso compartido avanzado.
- Activa Compartir archivos e impresoras en las redes privadas.
- Asegúrate de que la red de tu casa esté configurada como Red privada en Configuración > Ethernet o Wi-Fi.
- Crea una cuenta local en Configuración > Cuentas > Otros usuarios con una contraseña simple solo para compartir archivos. No uses la cuenta de administrador, que no queremos líos.
- Haz clic derecho en la carpeta que quieras compartir, selecciona Propiedades, y en la pestaña Compartir, elige tu cuenta recién creada y dale a Agregar.
Si el firewall de Windows se pone dramático y bloquea las conexiones, abre Seguridad de Windows, selecciona Firewall y protección de red, y añade una nueva regla de entrada para el puerto 445 y TCP. Así, todo listo y funcionando.
2. Compartir tu Impresora: Imprime Desde Cualquier Dispositivo
¿Tienes una impresora conectada a una computadora y quieres que el resto de la casa imprima sin levantarse del sofá? Fácil.
Cómo compartir tu impresora en Windows:
- Abre Configuración > Bluetooth y dispositivos > Impresoras y escáneres.
- Haz clic en tu impresora, selecciona Propiedades de impresora, y marca Compartir esta impresora en la pestaña Compartir.
- Ponle un nombre que tenga sentido, algo como “Impresora del Despacho” (no le pongas “Impresora 123″, por favor).
Para otros sistemas, como Mac o Android, el proceso es un poco diferente, pero igual de posible. Y si usas iOS, bueno, ojalá tengas una impresora compatible con AirPrint, porque si no, necesitarás instalar un servidor AirPrint en tu computadora.
3. Lleva tu Red al Siguiente Nivel con un NAS
¿Tienes muchos archivos y necesitas un lugar donde guardarlos sin usar tu computadora? Un NAS (Network Attached Storage) es la solución. Es como un mayordomo digital que guarda tus archivos y respalda tus datos. Synology, Qnap y Terramaster son marcas que ofrecen opciones para todo tipo de necesidades.
Beneficios de un NAS:
- Servidor de archivos: Perfecto para almacenar fotos, videos y esos archivos gigantes que ocupan todo el espacio en tu SSD.
- Servidor de respaldo: Ideal para cumplir con la famosa regla de backup 3-2-1 (tres copias, dos dispositivos diferentes, una en otra ubicación).
- Nube privada: Di adiós a Dropbox y usa tu propio servicio de almacenamiento con Synology Drive, por ejemplo.
4. Reutiliza una Computadora Vieja como Servidor
Si tienes un equipo viejo acumulando polvo, dale una nueva vida como servidor de casa. Puede que consuma más electricidad que un mini PC, pero es una forma económica de empezar.
Ideas para tu viejo PC:
- Servidor multimedia con Plex o Jellyfin: Transmite películas y series a cualquier dispositivo en casa.
- Servidor de Minecraft: Haz felices a tus hijos (o a tu yo interior) y crea un mundo de bloques para explorar.
- Servidor de archivos: Transforma tu computadora en un NAS con espacio para múltiples discos duros.
- Centro de hogar inteligente con Home Assistant: Controla tus luces y gadgets desde una interfaz unificada.
5. Centro de Hogar Inteligente: Más Fácil de lo que Crees
Home Assistant es la clave para un hogar inteligente. Instálalo en tu vieja PC o como una máquina virtual y conecta tus luces, cámaras y más con adaptadores Zigbee o Z-Wave. ¿Lo mejor? No necesitas ser un mago de la tecnología para configurarlo.
Instrucciones rápidas para instalar Home Assistant en Virtualbox:
- Crea una nueva máquina virtual de 64 bits con EFI.
- Usa el archivo .vdi descargado como disco duro.
- Configura la red en modo puente y selecciona Intel HD Audio.
Asegúrate de que tu PC esté conectada a Ethernet, nada de Wi-Fi débil que se cae con la lluvia. Así que ahí lo tienes: tu guía para convertir tu red doméstica en una auténtica central tecnológica. Aprovecha al máximo esos dispositivos conectados y, de paso, impresiona a tus amigos con tus nuevos superpoderes de administrador de red. ¡A conectar se ha dicho!
