La inteligencia artificial puede reemplazar a cualquier persona en cualquier actividad. Puede que todavía queden algunas actividades laborales que puedan realizar los humanos, pero es cuestión de tiempo para que una máquina te sustituya de manera irremediable.
El reciente experimento de la Universidad de Cambridge lo demuestra. Investigadores de la casa de estudios juntaron a un grupo de estudiantes, a ejecutivos de un banco en sur de Asia y al ChatGPT-4o, el más reciente chatbot desarrollado por OpenAI.
Los pusieron a jugar un experimento virtual en el que tenían que enfrentar desafíos empresariales, con la intención de no ser despedidos por la junta directiva.
El juego consistía en presentar escenarios para que ellos emitieran una respuesta. El resultado es que el GPT-4o ganó en todas las versiones del juego, con la excepción de una. Superó en casi todo a los estudiantes que se preparan para el mundo corporativo y a los ejecutivos que ya ejercen cargos de dirección.
El portal TechSpot informa que el juego fue diseñado por la startup Strategize.inc. El juego los ponía en el rol de CEO de una empresa automotriz.
Además de aguantar en el cargo sin ser despedidos, se valoraba que cada participante elevara los niveles de producción y optimización de la empresa.
Como resultado, la inteligencia artificial de OpenAI fue mejor que los humanos en los siguientes indicadores:
- Rentabilidad
- Diseño de productos
- Gestión de inventario
- Optimización de precios
Esto no es suficiente para que la IA reemplace a los humanos, ya que al ChatGPT-4o le fue mal en los llamados eventos de cisne negro. Se le dice de esta forma a los sucesos extremadamente negativos, que son imposibles de predecir, como una caída de mercados o enfrentarse a una pandemia.
“Mientras que los participantes humanos de mejor desempeño pudieron anticipar cambios impredecibles en la demanda de los clientes, el colapso de los niveles de precios y las cadenas de suministro tensas, la IA no fue capaz de reaccionar tan rápido ni de manera tan efectiva”, informó el medio citado.
Entonces, la conclusión del estudio es que los actuales CEO tendrían que trabajar de la mano de la inteligencia artificial para tomar decisiones.