Elon Musk, conocido por sus comentarios provocadores y su presencia constante en las redes sociales, ha generado una nueva controversia al compartir una teoría que sugiere que solo los “machos alfa” deberían tener derecho a votar.
Todo comenzó cuando Musk republicó un mensaje de la cuenta Autism Capital. Este incluía una captura de pantalla de una teoría que postula que solo los hombres con altos niveles de testosterona (“machos alfa”) y las personas con neurodivergencias (a los que la teoría llama “aneurotípicos”) son capaces de tomar decisiones informadas y cuestionar la información nueva.
Según esta teoría, aquellos que no pueden defenderse físicamente, como las mujeres y los hombres con bajos niveles de testosterona, son fácilmente influenciables y, por lo tanto, no deberían participar en el proceso democrático.
Recurrente
La teoría compartida por Musk no es nueva. De hecho, se originó en 2021, en la plataforma 4chan, un foro en línea conocido por su cultura tóxica y sus comentarios extremistas.
La publicación original etiquetaba esta idea como “el efecto Reich”, haciendo una aparente referencia al Tercer Reich de la Alemania nazi. La referencia a la historia alemana ha sido interpretada por muchos como una señal de la naturaleza potencialmente peligrosa de las ideas que promueve esta teoría.
Al añadir el comentario “observación interesante” a la publicación, Musk pareció darle credibilidad a una ideología que ha sido duramente criticada por su carácter sexista y elitista. Esto no pasó desapercibido en las redes sociales, donde la publicación ha acumulado más de 18,4 millones de visualizaciones en cuestión de horas.
Apoyo y críticas
La respuesta a la publicación de Musk ha sido tan polarizada como el propio multimillonario: mientras algunos usuarios aplaudieron la observación, argumentando que la teoría refleja una verdad incómoda sobre la sociedad moderna, muchos otros la criticaron ferozmente.
Usuarios que se identifican como mujeres fueron particularmente enfáticas en su condena, señalando que la teoría perpetúa estereotipos dañinos que sugieren que las mujeres no son capaces de formar sus propias opiniones.
Uno de los críticos más destacados fue Yann LeCun, jefe de inteligencia artificial en Meta, quien respondió directamente a Musk diciendo: “¿Así que ahora eres un sexista a toda velocidad?”. LeCun no solo criticó el tono de la teoría, sino que también señaló las inexactitudes en su premisa, desafiando la idea de que los niveles de testosterona son indicadores de la capacidad de pensamiento crítico.
Musk y la libertad de expresión
Desde que adquirió X en octubre de 2022, Elon Musk ha enarbolado la bandera de la libertad de expresión como uno de los pilares de su gestión en la plataforma. Bajo su liderazgo, X ha reinstaurado las cuentas de varias figuras polémicas, como el fundador de Infowars, Alex Jones, y la congresista republicana Marjorie Taylor Greene, quienes habían sido vetados por violar las políticas de la plataforma.
Musk también permitió el regreso del expresidente Donald Trump a la red social, tras haber sido suspendido en enero de 2021 por su papel en los eventos que condujeron al asalto al Capitolio.
En esta línea, Musk ha defendido en múltiples ocasiones que su objetivo es convertir a X en un espacio donde todas las voces puedan ser escuchadas, independientemente de cuán controvertidas o impopulares puedan ser; sin embargo, esta postura ha sido criticada por aquellos que creen que la libertad de expresión en X ha permitido que ideas peligrosas y desinformación se propaguen sin control.
En el caso de Musk, recientemente compartió un meme en X que sugería que cada vez más personas son incapaces de formar sus propios pensamientos y opiniones. Este mensaje fue interpretado por muchos como un respaldo implícito a la idea de que solo un grupo selecto de personas, aquellos que son “verdaderamente libres de pensar”, deberían tener voz en la democracia.
Un debate abierto
La controversia generada por Elon Musk al compartir esta teoría plantea varias preguntas importantes sobre el papel de las figuras públicas en la difusión de ideas y la responsabilidad de las plataformas digitales en la moderación del contenido.
¿Debe Musk, como líder de una de las plataformas más influyentes del mundo, ser más cuidadoso con las ideas que promueve? ¿O es su papel precisamente el de desafiar el statu quo y provocar debates incómodos?
Esta situación también subraya las tensiones persistentes entre diferentes visiones del mundo: una que aboga por una democracia inclusiva, donde todas las voces son iguales, y otra que sostiene que solo un grupo selecto de individuos está verdaderamente capacitado para tomar decisiones.
Según los analistas, este tipo de discusiones, aunque polémicas, son fundamentales para el desarrollo de la sociedad, ya que obligan a cuestionar y reevaluar los valores y las estructuras que la sostienen.
