El uso del microondas ha aumentado en América Latina, pero los mitos sobre su seguridad persisten.
El horno microondas se ha convertido en un electrodoméstico esencial en muchos hogares de América Latina.
En varios países de la región, se ha visto un incremento significativo en su adopción, reflejando la practicidad y conveniencia que ofrece a los consumidores. Sin embargo, persisten varios mitos sobre sus efectos en la salud.
Entonces, ¿es peligroso usar el microondas?
1.- Alimentos radioactivos
Mito: Los alimentos se vuelvan radioactivos.
Realidad: Los microondas calientan los alimentos mediante ondas electromagnéticas que hacen vibrar las moléculas de agua para generar calor. Este proceso no deja residuos de radiación en los alimentos.
2. El microondas es peligroso para la salud y podría causar cáncer
Mito: Los microondas son peligrosos debido a la radiación que utilizan.
Realidad: Este electrodoméstico emplea radiación no ionizante para calentar los alimentos, lo que significa que no tiene la capacidad de alterar el ADN ni causar cáncer.
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos han afirmado que los microondas son seguros para cocinar alimentos cuando se utilizan correctamente.
3. Destrucción de nutrientes
Mito: Los microondas destruyen los nutrientes de los alimentos.
Realidad: La cocción en microondas puede conservar más nutrientes que los métodos de cocción prolongada, ya que reduce el tiempo de exposición al calor y utiliza menos agua.
Como en cualquier proceso de cocción, se puede perder una cantidad mínima de nutrientes, pero esto es normal y ocurre en todas las formas de cocinar.
4. Uso de metales y plásticos
Mito: No se puede usar metal en los microondas debido al riesgo de chispas y daños.
Realidad: Si bien esto es cierto en muchos casos, existen recipientes de metal diseñados específicamente para microondas.
Además, algunos plásticos pueden liberar químicos dañinos al calentarse, por lo que es importante usar recipientes etiquetados como “apto para microondas” y seguir las recomendaciones del fabricante.
Usuarios defienden el uso del microondas, recordando que aunque no estén de acuerdo con todas las prácticas de algunos fabricantes, el ‘body shaming’ nunca es una opción.