Tesla celebró recientemente su conferencia telefónica sobre los resultados del tercer trimestre, y en esa llamada, el carismático director ejecutivo, Elon Musk, mostró una faceta inusual al exponer cifras desafiantes: ventas a la baja, ganancias disminuidas y costos en aumento.
En un escenario donde los líderes empresariales suelen tranquilizar a los inversores y presentar planes para el futuro, Musk optó por un enfoque diferente. Al parecer, estuvo al borde de las lágrimas en vivo durante la llamada, según los informes. Según el reporte de Jalopnik, “casi llora como un bebé”.
“Mini desastre” y “terrible”
El analista de Wall Street, Dan Ives, calificó las ganancias como un “mini desastre”, haciendo referencia a los márgenes de ganancias de Tesla y la inconsistencia de los precios. En lugar de abordar estas inquietudes, Musk pareció centrarse en temas como el esperado Cybertruck y las tasas de interés federales.
Otro analista, Kevin Paffrath, fue aún más crítico al señalar que la llamada fue “terrible” y expresó compasión por Musk en medio de sus desafíos personales, como batallas legales y por la custodia de sus hijos. Sin embargo, Paffrath criticó el comportamiento del director ejecutivo en la llamada, comparándolo con la actitud del expresidente Donald Trump en Twitter y tachando a Musk de “bebé” por su reacción emocional.
La llamada de resultados dejó algunas dudas en cuanto al liderazgo de Tesla, con Paffrath afirmando que la empresa carece de liderazgo en este momento. Además, se mencionó la salida del director financiero de Tesla como un indicio de los desafíos internos que enfrenta la compañía.
Estas revelaciones han generado preocupación entre los inversores, quienes temen que otros proyectos e intereses de Musk puedan estar interfiriendo en la gestión de Tesla. En lugar de enfocarse en estrategias para la prosperidad de la empresa automotriz, Musk parece estar recurriendo a las redes sociales para expresar sus frustraciones.