Se cumplieron 12 años de la muerte de Steve Jobs. Un 5 de octubre del 2011 el genio detrás de todos los éxitos de Apple falleció producto de un cáncer de páncreas. Todos conocieron su trabajo, ya que hasta el sol de hoy se sigue reflejando en los productos del gigante de Cupertino, pero pocos accedieron a su vida personal.
Una de las cosas que empañó un poco su muerte fue que no le dejó los bienes a sus hijos en la herencia. Sus acciones de Apple, Disney y Pixar, como las más jugosas cuando de dinero se trata, no fueron para ninguno de los tres seres que trajo al mundo.
Una de las hijas recibió algunos millones de dólares. Pero la cantidad es realmente mínima si la comparamos con los activos que Steve Jobs le pudo haber dejado.
Los hijos de Steve Jobs son Reed, Erin, Eve y Lisa. Les pudo haber dejado todo, pero cuando se enteró de su enfermedad redactó un testamento en el detalló que dejaba toda su fortuna a su esposa, Laurene Powell Jobs.
Jobs y Powell Jobs se casaron en 1991 y tuvieron tres hijos juntos. En su testamento, Jobs dejó a Powell Jobs la propiedad de sus acciones en Apple y Disney, así como de su patrimonio inmobiliario.
Los hijos de Jobs, que nacieron de dos relaciones anteriores, recibieron una herencia menor de su padre. Lisa Brennan-Jobs, la hija mayor de Jobs, recibió entre 20 y 23 millones de dólares, además de varios cientos de miles en costas de manutención no retribuidas. Los otros tres hijos de Jobs recibieron una suma menor de dinero.
La decisión de Jobs de dejar toda su fortuna a su esposa fue controvertida. Sin embargo, Laurene cuenta en la actualidad que toda su herencia se destinó a causas benéficas a través de las fundaciones Waverley Street Foundation y Emerson Collective”, según reseña Marca.