¿Cansado de los vendedores telefónicos? Jolly Roger es un servicio que utiliza inteligencia artificial (IA) para enfrentarse a los teleoperadores acosadores y a los telemarketers no deseados.
Como cuenta El Confidencial, fue creado por Roger Anderson, un ingeniero de telecomunicaciones, después de que un telemarketer llamara a su teléfono fijo y le dijera una palabra malsonante a su hijo. Esto le llevó a pasar a la ofensiva y desarrollar una herramienta que les hiciera perder tiempo y paciencia a estos telemarketers.
El funcionamiento de Jolly Roger se basa en algoritmos de IA que permiten mantener conversaciones realistas con los telemarketers. Utiliza técnicas infernales para martirizarlos y hacerles perder tiempo y dinero. Estas técnicas incluyen la simulación de distracciones, como ruidos de fondo de un televisor encendido o un perro ladrando, para hacerles creer que la persona al otro lado de la línea está ocupada y es más difícil de convencer.
Además, Jolly Roger responde de manera vaga y ambigua a las preguntas de los telemarketers, evitando comprometerse con cualquier oferta y alargando la conversación sin llegar a ninguna parte.
Experto en teleoperadores molestos
El bot también interrumpe frecuentemente a los telemarketers y cambia de tema, creando confusión y frustrando sus intentos de seguir un guion de ventas. Incluso cuenta historias largas y sin sentido que no tienen relación con lo que el telemarketer está tratando de vender, consumiendo así su tiempo y desviando la conversación.
Además, Jolly Roger hace preguntas irrelevantes y simula confusión, haciendo que el telemarketer tenga que repetir información y explicar conceptos básicos una y otra vez.
Otras técnicas utilizadas por Jolly Roger incluyen el acuerdo falso, en el que finge estar de acuerdo con lo que el telemarketer está diciendo para luego cambiar de opinión, y la simulación de problemas técnicos, como mala recepción o eco en la llamada, para hacer que el telemarketer se esfuerce más en comunicarse.
El bot también repite ciertas frases o palabras, haciendo que el telemarketer crea que está hablando con una grabación y se frustre. Además, Jolly Roger es capaz de emular emociones humanas como la frustración o la sorpresa, lo que lo hace más convincente y puede llevar al telemarketer a creer que está cerca de cerrar una venta, solo para ser decepcionado.
La estrategia de Jolly Roger es evitar dar respuestas claras de “sí” o “no” cuando el telemarketer busca una confirmación definitiva para proceder, manteniendo así la incertidumbre y prolongando la llamada. También utiliza expresiones de asombro exageradas para hacer que el telemarketer crea que ha captado su interés, pero luego desvía la conversación nuevamente.
Gracias señor Anderson por inventar semejante salvación.
