La búsqueda de mundos más allá de nuestro sistema solar ha sido una misión imperante para los astrónomos durante décadas. Si bien hemos encontrado miles de exoplanetas, la existencia de exolunas, satélites naturales orbitando estos mundos distantes, ha sido difícil de lograr. Sin embargo, la comunidad científica puede estar más cerca gracias a un nuevo estudio podría habernos acercado más que nunca a la confirmación de la primera exoluna de acuerdo a un estudio publicado en The Astrophysical Journal Letters
Aún no está dado por hecho, pero podría ser un gran descubrimiento
Un equipo de astrónomos, liderado por Apurva Oza del Instituto de Tecnología de California (Caltech), ha estado investigando una misteriosa nube de sodio que rodea al exoplaneta WASP-49b. Descubierta en 2017, ha desconcertado a los científicos debido a su comportamiento inusual. A diferencia de las atmósferas planetarias, este descubrimiento parece crecer y moverse de manera independiente, lo que sugiere la presencia de una fuente externa.
La clave para resolver esta duda del tamaño del espacio podría estar en la composición de la nube. El sodio es un elemento raro en el universo, y que se encuentre en grandes cantidades sería difícil de explicar. Los investigadores creen que la única explicación plausible es que el sodio esté siendo expulsado por un cuerpo celeste que orbita alrededor de WASP-49b, es decir, una exoluna.
“Creemos que se trata de una prueba realmente crítica”, afirmó Oza en un comunicado. Esta evidencia, junto al hecho de que la nube se mueve en dirección contraria a la normal, más los modelos computacionales desarrollados por el equipo, sugiere que la nube de sodio podría ser generada por una exoluna volcánica similar a Io, una de las lunas de Júpiter.
Este descubrimiento representa un avance significativo en la búsqueda de exolunas y abre nuevas posibilidades para la exploración de otros sistemas planetarios. Si se confirma la existencia de esta exoluna, podría proporcionar pistas importantes sobre la formación y evolución de los sistemas planetarios y aumentar nuestras posibilidades de encontrar vida más allá de la Tierra.
