La necesidad del ser humano por interactuar con otros de forma virtual generó los chats. De allí, pasamos al chatbot, una Inteligencia Artificial que nos responde como si fuera otra persona. Y ahora hemos llegado a un nuevo nivel: chatear con un gato.
ChatGPT quedó en el pasado (?), bienvenidos a CatGPT, su parodia de tipo felino.
La app fue creada por Wouter van Dijke, un dataperiodista de los Países Bajos, como describe en su cuenta de Twitter. “ChatGPT es aburrido”, escribe el personaje. “Quiero que un gato conteste a mis preguntas”.
“Por eso creé un nuevo sitio: CatGPT”.
El subtítulo a CatGPT es “¿Qué pasaría si ChatGPT fuera un gato?”-
En sentido estricto, si en ChatGPT la Inteligencia Artificial tiene la capacidad de responder sobre cualquier inquietud (de manera más o menos exacta), CatGPT solo generará maullidos.
Sí, esa será la única respuesta del chatbot (o catbot, si nos unimos a la lógica). Puedes escribir sobre cualquier tema, solicitar ensayos o respuestas sobre el significado de la vida, o lo que se te apetezca.
Siempre recibirás un tipo de respuesta: “Meow, meow”.
Más allá del entretenimiento del gato, hay intereses muy nobles en la parodia de Inteligencia Artificial CatGPT
Para la creación de CatGPT, Wouter van Dijke trabajó con el chatbot ChatGPT. Es decir, el sistema es similar, sigue esa guía: una página con un espacio para escribir el mensaje en la parte inferior, ubicándose en la superior la respuesta del gato.
El felino tiene un avatar, evidentemente, con una cabeza de gato.
Como explican en la página, también existe la posibilidad de donar a la caridad para gatos “de tamaño normal” u otros “realmente grandes”. Las opciones son una página para atención a mascotas, con base en organizaciones locales, y otra para apoyar al WWF, al World Wildlife Fund.
Más noble, imposible.