El pulso entre Twitter y Elon Musk por la fallida compra de la compañía afectó negativamente a la fuerza laboral de la empresa, que ha visto cómo más de 700 empleados han renunciado a sus puestos luego de la reunión que tuvieron con el CEO de Tesla y SpaceX.
Si bien Musk ya era el accionista mayoritario de Twitter Inc. con el 10%, más de 73 millones de acciones, su oferta de 44 mil millones de dólares para adquirir toda la compañía y el encuentro online que tuvo con los trabajadores en junio parece que impulsó un éxodo desde entonces.
Según un reporte publicado en el sitio web de Teslarati, a los empleados de Twitter nunca pareció gustarles la oferta de adquisición de Elon Musk. Evidente, luego de las declaraciones de trabajadores en la propia red social en la que admitieron públicamente que no quería que el magante se hiciera cargo de la empresa.
En aquella reunión, Musk sugirió que “los despidos podrían ser necesarios”, lo que empeoró la moral de los trabajadores.
La cronología del éxodo
Bussiness Insider, citando a dos personas supuestamente familiarizadas con las operaciones de Twitter y la tasa de deserción, señaló que alrededor de 100 empleados abandonaron la empresa en las tres semanas posteriores a la reunión con Elon Musk.
Ahora, se informó que Twitter registró una pérdida neta de más de 700 empleados de tiempo completo en todo el mundo. Las fuentes de la publicación señalaron que muchos de los que dejaron la compañía citaron a Musk y la “inestabilidad” que rodeaba su adquisición de la empresa como la razón para irse.
Si bien una pérdida de alrededor de 700 empleados puede no importar tanto para una empresa como Tesla, que emplea a más de cien mil personas, es bastante significativa para una empresa como Twitter.
En febrero, la empresa de redes sociales señaló que tenía una nómina de unas 7.500 personas, aunque aumentó a unas 8.200 en junio de 2022. Esa es una pérdida general de alrededor del 8,5 por ciento.
Elon Musk, Twitter Inc. y los abogados de las partes se verán las caras en un juicio el 17 de octubre que determinará qué ocurrirá con el acuerdo que el hombre más rico del mundo pidió anular.