A todos nos tomó por sorpresa cuando se hizo público que Elon Musk había comprado un montón de acciones de Twitter para convertirse en la persona con mayor porcentaje sobre la compañía en el mundo.
De hecho, al momento de redactar el presente artículo, con su 9,2%, Elon posee un porción más grande de Twitter que su propio creador, Jack Dorsey.
Aquí ya entramos en terreno meramente especulativo, pero eso explicaría perfectamente esa serie extraña de reflexiones culpables que el fundador de esta red social tuiteó horas antes de que se hiciera público el asunto de Musk.
Con tal porcentaje de la compañía fue cuestión de muy poco tiempo para que el actual CEO de Twitter, Parag Agrawal, le propusiera un lugar en la junta directiva de la red social para ayudarlos a tomar decisiones.
Se supone eso justamente sería lo que sucedería, de hecho Elon publicó en su propia cuenta de la red social un mensaje donde se manifestaba entusiasmado por sumarse a ese puesto. Pero algo cambió seriamente.
Por qué Elon Musk canceló su integración a la junta directiva de Twitter
Fue justo después de que Agrawal propusiera el fichaje de Elon a la junta fue que vimos al ejecutivo de SpaceX y Tesla Motors publicar un montón de tuits virales sobre los cambios que deseaba impulsar en la plataforma.
Las propuestas eran, por lo menos, disruptivas y parecían apuntar a la apertura de una nueva era para esta red social. Pero poco tiempo después el propio CEO de Twitter terminó informando que Elon Musk siempre no se unirá a la junta directiva:
La gran duda aquí es qué fue lo que sucedió, cuando todo parecía ya en ruta para consolidarse y volver oficial su integración. No se sabe nada de manera oficial por el momento, pero parece que hay claras señales sobre lo que sucedió.
Musk tiene un claro pasado de incidentes con la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), la institución reguladora del comportamiento bursátil de compañías en el mercado de acciones.
Ahí tienen el ejemplo de su chiste sobre marihuana donde “adelantó” que fijaría el precio de las acciones de Tesla Motors en USD $420.
Esa broma terminó violando varias leyes estrictas sobre la revelación de esa clase de datos antes de que salga una empresa a participar en la bolsa y de paso colapsó el valor de Tesla en su momento.
Integrarse a la Junta Directiva implicaría necesariamente someterse al mismo grado de escrutinio por algo que ni siquiera sería suyo en un porcentaje considerable.
Al poseer el 9,2% de Twitter las autoridades y la ley obligan a hacer pública la adquisición de esa porción por parte de Elon, ya que es mayor al 5%.
La invitación a la junta directiva por parte del CEO Agrawal fue una cortesía inusual, tal vez estratégica. Pero no era obligatorio.
De hecho, si Musk se hubiera sumado al consejo ejecutivo de Twitter se le habrían impuesto más limitaciones. Por ejemplo, formando parte de la junta no podría poseer más del 14,9% de la compañía.
Es un hecho que tendría acceso a información privilegiada sobre la red social antes que todos. Pero ya vimos que a veces eso no termina jugando a su favor y lo mete en problemas.
Así que resulta obvio que en el balance final Elon Musk estaba mejor poseyendo buena parte de Twitter sin ser parte de la mesa directiva.
