Utilizando el Telescopio Espacial Hubble, un grupo de astrónomos ha descubierto el agujero negro masivo más cercano a la Tierra jamás observado. “Congelado en el tiempo”, el titán cósmico se encuentra en Omega Centauri y tiene una masa aproximada de 8.200 soles.
Este agujero negro es considerablemente más masivo que los agujeros negros de masa estelar, que tienen masas entre 5 y 100 veces la del sol, y mucho menos masivo que los agujeros negros supermasivos, que poseen masas de millones a miles de millones de veces la del nuestra estrella.
¿Dónde se ubica Omega Centauri?
El agujero negro de masa intermedia recién descubierto reside en una colección espectacular de aproximadamente 10 millones de estrellas, llamada Omega Centauri.
Omega Centauri se encuentra a unos 18.000 años luz de la Tierra. Esta distancia es considerablemente mayor que la del agujero negro de masa estelar más cercano conocido, Gaia-BH1, que está a apenas 1.560 años luz de nosotros.
Omega Centauri es 10 veces más masivo que otros grandes cúmulos globulares. Posee tanta masa como una galaxia de tamaño pequeño y es el cúmulo globular más grande y brillante conocido en la Vía Láctea.
¿Cuál es el origen de este agujero negro?
Pareciera entonces que Omega Centauri es, en realidad, el corazón de una pequeña galaxia cuya evolución fue truncada cuando la Vía Láctea la absorbió. Y es que, según los astrónomos, el hecho de que el agujero negro “congelado” parezca haber detenido su crecimiento apoya la idea de que Omega Centauri es el núcleo de una antigua galaxia que fue Utilizando el Telescopio Espacial Hubble, un grupo de astrónomos ha descubierto el agujero negro masivo más cercano a la Tierra jamás observado. “Congelado en el tiempo”, el titán cósmico se encuentra en Omega Centauri y tiene una masa aproximada de 8.200 soles.
Este agujero negro es considerablemente más masivo que los agujeros negros de masa estelar, que tienen masas entre 5 y 100 veces la del sol, y mucho menos masivo que los agujeros negros supermasivos, que poseen masas de millones a miles de millones de veces la del nuestra estrella.
¿Dónde se ubica Omega Centauri?
El agujero negro de masa intermedia recién descubierto reside en una colección espectacular de aproximadamente 10 millones de estrellas, llamada Omega Centauri.
Omega Centauri se encuentra a unos 18.000 años luz de la Tierra. Esta distancia es considerablemente mayor que la del agujero negro de masa estelar más cercano conocido, Gaia-BH1, que está a apenas 1.560 años luz de nosotros.
Omega Centauri es 10 veces más masivo que otros grandes cúmulos globulares. Posee tanta masa como una galaxia de tamaño pequeño y es el cúmulo globular más grande y brillante conocido en la Vía Láctea.
¿Cuál es el origen de este agujero negro?
Pareciera entonces que Omega Centauri es, en realidad, el corazón de una pequeña galaxia cuya evolución fue truncada cuando la Vía Láctea la absorbió. Y es que, según los astrónomos, el hecho de que el agujero negro “congelado” parezca haber detenido su crecimiento apoya la idea de que Omega Centauri es el núcleo de una antigua galaxia que fue canibalizada por la nuestra.
Si este evento no hubiera ocurrido, es posible que este agujero negro intermedio hubiera crecido hasta alcanzar un estado supermasivo, similar al agujero negro supermasivo de nuestra galaxia, Sagitario A* (Sgr A*), que tiene una masa de 4,3 millones de veces la del sol y está ubicado a 27.000 años luz de la Tierra.
¿Cómo lo encontraron?
Los científicos observaron un movimiento característico de siete estrellas que giraban alrededor de una región del espacio supuestamente vacía. El hallazgo ha sido publicado en la prestigiosa revista Nature. No es la primera vez que investigadores detectan este extraño baile de estrellas en torno a un objeto invisible y muy compacto en el cosmos.
¿Todos los agujeros negros son iguales?
Los científicos han sabido, durante algún tiempo, que no todos los agujeros negros se crean de la misma manera: mientras que los agujeros negros de masa estelar se forman a través del colapso de estrellas con, al menos, ocho veces la masa del sol, los agujeros negros supermasivos deben tener un origen diferente. Lo anterior se debe a que ninguna estrella es lo suficientemente masiva como para colapsar y dejar un remanente millones de veces más masivo que el sol.
El descubrimiento de este agujero negro de masa intermedia no solo nos acerca a comprender mejor el universo, sino que también nos brinda una pista sobre los eventos catastróficos que moldearon nuestra galaxia.
Los astrónomos afirman que la búsqueda continua de estos objetos esquivos nos ayudará a desentrañar los misterios de la formación y evolución de los agujeros negros en todo el cosmos.
Si este evento no hubiera ocurrido, es posible que este agujero negro intermedio hubiera crecido hasta alcanzar un estado supermasivo, similar al agujero negro supermasivo de nuestra galaxia, Sagitario A* (Sgr A*), que tiene una masa de 4,3 millones de veces la del sol y está ubicado a 27.000 años luz de la Tierra.
¿Cómo lo encontraron?
Los científicos observaron un movimiento característico de siete estrellas que giraban alrededor de una región del espacio supuestamente vacía. El hallazgo ha sido publicado en la prestigiosa revista Nature. No es la primera vez que investigadores detectan este extraño baile de estrellas en torno a un objeto invisible y muy compacto en el cosmos.
¿Todos los agujeros negros son iguales?
Los científicos han sabido, durante algún tiempo, que no todos los agujeros negros se crean de la misma manera: mientras que los agujeros negros de masa estelar se forman a través del colapso de estrellas con, al menos, ocho veces la masa del sol, los agujeros negros supermasivos deben tener un origen diferente. Lo anterior se debe a que ninguna estrella es lo suficientemente masiva como para colapsar y dejar un remanente millones de veces más masivo que el sol.
El descubrimiento de este agujero negro de masa intermedia no solo nos acerca a comprender mejor el universo, sino que también nos brinda una pista sobre los eventos catastróficos que moldearon nuestra galaxia.
Los astrónomos afirman que la búsqueda continua de estos objetos esquivos nos ayudará a desentrañar los misterios de la formación y evolución de los agujeros negros en todo el cosmos.