Para lanzar un vehículo al espacio, existen un sinfín de desafíos que la ingeniería y los profesionales del área han sabido solucionar con el paso de los años. Ejemplo de ello es el fenómeno conocido como “apagones de radio”, que ocurre cuando una nave espacial reingresa a la atmósfera terrestre y, al tener que desplazarse a altas velocidades, comprime el aire a su alrededor, generando una capa de plasma ionizado. Dicho plasma actúa como una barrera, impidiendo temporalmente la comunicación entre la nave y la base en la Tierra.
Normalmente estos apagones duran sólo minutos aunque pueden llegar a superar la hora de incomunicación, dependiendo de factores como la trayectoria de reentrada y la velocidad de la nave. ¿La solución? Al parecer ya existe y la tiene Starlink de Elon Musk.
El fin de los blackouts gracias a Starlink
Starlink, la constelación de satélites de SpaceX que orbitan la Tierra a baja altura, es una revolución por si misma. Y es que esta empresa tiene como objetivo proporcionar internet de alta velocidad a nivel global, especialmente en áreas remotas.
Y, curiosamente, otro de sus logros ha sido permitir transmisiones en directo durante la reentrada de las naves, un avance que elimina los históricos apagones de radio. De hecho, este hito es reciente, y se confirmó con la continua transmisión de la reentrada del cuarto vuelo de prueba de la nave Starship, que se mantuvo en directo desde que comenzó a envolverse en plasma hasta su aterrizaje en el océano Índico.
También conocidos como “blackouts”, estos apagones habían caracterizado los procesos de reingreso a la Tierra hasta la fecha, incluyendo misiones más avanzadas como las Gemini y Apolo, que también experimentaron apagones que duraron varios minutos.
Según trascendió, el aporte de Starlink para terminar con los apagones de radio radica en su capacidad para superar este desafío utilizando antenas protegidas con material cerámico similar al del escudo térmico de la nave. Dichas antenas permiten que las señales de radio traspasen la barrera de plasma, facilitando así la transmisión de video en alta definición en tiempo real a través de su red de 6.000 satélites.
Así, la tecnología de Starlink será clave para mejorar las comunicaciones de reentrada en la Tierra, pero también podría ser fundamental para las futuras misiones a Marte, planeta que cuenta con una atmósfera mucho más delgada, por lo que el proceso de entrada, descenso y aterrizaje de las naves es mucho más complicado y se le conoce como los “siete minutos de terror”.
De acuerdo a los medios especializados, actualmente SpaceX y la NASA están evaluando la posibilidad de establecer una red similar a Starlink alrededor de Marte para mejorar las comunicaciones y potencialmente transformar estos siete minutos en una transmisión continua de video de alta calidad.
En paralelo, la adopción de comunicaciones láser, que permiten enviar datos a grandes distancias con alta velocidad y precisión, está ganando terreno. Ejemplo de ello es la sonda Psyche de NASA, equipada con un transceptor láser, que demostró la viabilidad de esta tecnología enviando videos en alta definición y datos telemétricos a 226 millones de kilómetros de la Tierra.
