Espacio

¿Podría un cohete de plasma solucionar el problema de llevar seres humanos a Marte?

La NASA está financiando un proyecto que podría poner humanos en el planeta rojo en solo dos meses de viaje.

Sin embargo, los desafíos son muchos y enormes. Desde enfrentar un viaje que sería largo y costoso, dificultando el transporte de personas y materiales necesarios para establecer una colonia viable; hasta resolver el cómo vivir en un ambiente realmente hostil, ya que la atmósfera marciana es delgada y tóxica, mientras que la superficie está expuesta a una radiación peligrosa que representa un riesgo para la salud humana.

Por lo demás, Marte carece de elementos esenciales para la vida humana como agua líquida y una atmósfera respirable, lo que requiere soluciones tecnológicas para su obtención o creación. Por lo que colonizar Marte implicaría un proyecto extremadamente costoso que demandaría una inversión masiva de recursos financieros y humanos, un esfuerzo global sin precedentes.

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La distancia, un obstáculo para la colonización de Marte

Ahora, lo primero es la distancia. Incluso en el punto más cercano entre sus órbitas, conocido como oposición, una nave espacial convencional tardaría entre seis y nueve meses en completar el viaje. En busca de alternativas, la NASA está explorando nuevas tecnologías de propulsión que sean más rápidas y eficientes.

La distancia mínima entre la Tierra y Marte es de 54,6 millones de kilómetros. Para reducir el tiempo de viaje, tanto en misiones tripuladas como de carga, se necesitan naves espaciales más veloces. Si bien, es posible acortar el trayecto un par de meses aumentando el consumo de combustible, la industria espacial busca soluciones más eficientes a largo plazo.

La apuesta de la NASA: el cohete de plasma pulsado

La empresa Howe Industries ha recibido financiación del programa NIAC de la NASA para desarrollar un nuevo sistema de propulsión llamado cohete de plasma pulsado (PPR). Este sistema promete generar un empuje de hasta 100.000 Newtons con un impulso específico de 5.000 segundos, una eficiencia sin precedentes.

El PPR se basa en un concepto de propulsión nuclear propuesto originalmente por el físico Stanislaw Ulam en 1946, pero adaptado para ser más pequeño, simple y asequible.

Misiones a Marte en dos meses y más allá

Según Howe Industries, el PPR podría reducir el tiempo de viaje a Marte a solo dos meses, lo que permitiría realizar misiones tripuladas con mayor frecuencia y seguridad. Además, este sistema permitiría enviar naves espaciales más pesadas, con mayor capacidad de blindaje para proteger a la tripulación de la radiación espacial.

El PPR no solo tiene el potencial de revolucionar los viajes a Marte, sino que también podría ser utilizado en otras misiones espaciales. Por ejemplo, podría usarse para enviar sondas y telescopios al cinturón de asteroides o incluso a los confines del sistema solar.

A una distancia de 550 AU (unidades astronómicas) de la Tierra, el Sol podría actuar como una lente gravitacional perfecta para enfocar la luz de objetos distantes. Si se lograra colocar un observatorio en este punto, se podría obtener una visión sin precedentes del universo.

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El programa NIAC

El PPR se encuentra actualmente en la fase dos del programa NIAC (NASA Innovative Advanced Concepts). En esta fase, seis empresas, incluyendo Howe Industries, han recibido 600.000 dólares adicionales (sumando a los 175.000 de la primera fase) para continuar desarrollando y perfeccionando sus conceptos.

En la primera fase, Howe Industries evaluó la seguridad nuclear del sistema, el diseño de la nave espacial, el sistema de energía y los subsistemas necesarios, así como la eficiencia del motor de tobera magnética. En la segunda fase, la empresa se enfocará en el diseño de una nave espacial grande y bien protegida, capaz de transportar personas y carga a Marte, sentando las bases para una colonización permanente del planeta rojo.

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