Un estudio científico ha confirmado un hecho sin precedentes para la astronomía y la ciencia en general. Los agujeros negros tienen la llamada región de caída, una zona en donde los objetos que están a su alrededor no se pueden mantener con la fuerza de gravedad y sucumbe ante el poder del evento masivo. Albert Einstein había teorizado esta maravilla estelar en la Teoría de la Gravedad.
¿Es acaso esto un portal hacia otra dimensión? Probablemente sí, pero es imposible pasar por uno. En el contexto científico, caer en un agujero negro sería un evento catastrófico, ya que la intensidad de la gravedad en su horizonte de sucesos sería ineludible y nos destruiría en pedacitos en cuestión de segundos.
Sin embargo, resulta fascinante cómo se ha confirmado que hay una región de caída, lo que nos dice que, ciertamente, un agujero negro devora otros objetos del Universo y que, ni siquiera la luz, pueden escapar de su fuerza gravitacional.
“Hemos estado ignorando esta región porque no teníamos los datos”, dijo el científico investigador Andrew Mummery, autor principal del estudio publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. “Pero ahora que lo sabemos, no podríamos explicarlo de otra manera”, añadió, según reseña CNN.
Para poder detectar esta región de caída, los científicos usaron telescopios capaces de detectar rayos X. Detectaron la también llamada región de inmersión en un agujero negro llamado MAXI J1820+070, situado a 10.000 años luz de la Tierra.
“Salimos a buscar este específicamente; ese fue siempre el plan. Hemos discutido durante mucho tiempo sobre si algún día podríamos encontrarlo. La gente decía que sería imposible, por lo que confirmar que existe es realmente emocionante”, añadió Mummery.
“Alrededor de estos agujeros negros hay grandes discos de material en órbita. La mayor parte es estable, lo que significa que puede fluir felizmente. Es como un río, mientras que la región que se hunde es como el borde de una cascada: todo tu soporte se ha ido y simplemente te estás estrellando de cabeza. La mayor parte de lo que se puede ver es el río, pero hay una pequeña región al final, que es básicamente lo que encontramos”, sostuvo el experto que lideró la investigación.