La cantidad de misterios que esconde el cosmos es tan amplia como los terrenos del Universo. Detectar tan sólo alguno, a distancias impresionantes, es motivo de festejo para la comunidad científica y astronómica en general. Expertos de la Agencia Espacial Europea (ESA) captaron un extraño fenómeno en un exoplaneta llamado WASP-76b, descubierto hace más de cuatro años.
De acuerdo con lo que informa Doctor Fisión en su cuenta de X (antes Twitter), los científicos de la ESA usaron su satélite Cheops para detectar algo llamado “Efecto Gloria”, que se manifiesta a través de un brillo extraño en la niebla, que se posa en la capa por encima de su superficie.
El experto antes mencionado explica que “este fenómeno se produce por algo increíble, y es que este planeta orbita extremadamente cerca su estrella, lo que propicia que en sus nubes haya elementos como hierro, sodio, calcio, cromo y litio. Estos elementos hacen brillar la niebla, formando este fenómeno tan increíble, que ha podido ser observado por el satélite Cheops de la Agencia Espacial Europea”.
No es la primera vez que hablamos de este maravilloso mundo, que nos sigue sorprendiendo con su enorme cantidad de fenómenos. El exoplaneta recubierto de hierro, es un lugar de extremos inimaginables. En su fase diurna, las temperaturas alcanzan un abrasador máximo de 2.400 grados centígrados, mientras que en la fase nocturna, “solo” bajan a unos 1.500 grados centígrados. Sin embargo, lo que realmente distingue a este planeta es su revestimiento completo de hierro.
La atmósfera abrasadora de WASP-76b provoca que la superficie esté bañada en un océano de hierro fundido. A estas temperaturas extremas, el hierro de la superficie se derrite y se convierte en vapor, similar al ciclo del agua en la Tierra.
Por su parte, el vapor de hierro asciende hacia el cielo, donde la temperatura desciende, causando la condensación de las partículas de hierro. Posteriormente, este hierro condensado pasa a estado líquido y cae nuevamente a la superficie en forma de lluvia incandescente.
Entonces, en WASP-76b, no experimentaríamos lluvias refrescantes de agua, sino lluvias de hierro candente que caen a la superficie para volverse a evaporar en un ciclo continuo. Este exoplaneta a 640 años luz de la Tierra se presenta como un verdadero infierno, donde el fuego y las temperaturas extremas dominan la escena.