Faltan apenas unos años para que tengamos presencia numerosa de humanos en la Luna. Desde el satélite natural se aprecian otros eventos estelares que sorprenderán a los astronautas que vayan a estar en las misiones.
Uno de ellos son los eclipses de Tierra, es decir la conjunción de nuestro planeta con el Sol. ¿Cómo se vería este fenómeno desde la Luna? Es impresionante la forma en la que lo muestran los científicos. Esperemos que pronto veamos algunas imágenes de astronautas que lo estén disfrutando desde el satélite natural.
Los eclipses solares y lunares, fenómenos astronómicos fascinantes que capturan la atención de millones de personas en la Tierra, adquieren una perspectiva única cuando se observan desde la Luna, según reseña La Sexta.
La Luna, siendo el satélite natural más cercano a nuestro planeta, ofrece una vista privilegiada de estos eventos celestiales.
Desde la superficie lunar, los eclipses solares se manifiestan como espectáculos cósmicos extraordinarios. Mientras que en la Tierra, los observadores experimentan la oscuridad momentánea durante un eclipse solar total, desde la Luna, nuestro propio planeta se interpondría en el camino de la intensa luz solar.
Este fenómeno resultaría en una visión única: la Tierra bloqueando temporalmente la fuente principal de luz, arrojando sombras impresionantes sobre la superficie lunar.
“Desde la Luna, presenciamos la Tierra eclipsando al Sol, creando un espectáculo impresionante de luces y sombras que se proyectan sobre la superficie lunar. Además, la atmósfera terrestre dispersa la luz, lo que puede resultar en colores extraordinarios en el horizonte lunar durante el eclipse”, dicen los expertos sobre lo que sería este fenómeno.
Los eclipses lunares desde la Luna, por otro lado, ofrecen una vista única de la Tierra proyectando una sombra sobre el satélite. Mientras que desde la Tierra vemos la Luna adquiriendo tonos rojizos durante un eclipse lunar total, desde la perspectiva lunar, sería el contorno oscuro de la Tierra lo que dominaría el paisaje lunar. Este fenómeno, conocido como “amanecer de la Tierra”, se destaca por la iluminación débil y la atmósfera terrestre visible en el horizonte lunar.