Los cambios climáticos forman parte de la extensa historia de la Tierra. En los más de 4.500 millones de años de existencia, nuestro planeta ha atravesado por etapas en las que era una bola gigantesca de hielo y en ocasiones fuimos un orbe de fuego intenso en el que no se podía vivir.
Afortunadamente estamos en una etapa en la que las temperaturas, aunque van aumentando por el calentamiento global, siguen siendo amigables para el desarrollo de la vida tal y como la conocemos.
Ese par de extremos por los que ha pasado la Tierra significó extinciones masivas de especies que más nunca volvieron a aparecer en la superficie.
¿Podría suceder que de nuevo pasemos por una intensa ola glaciar? Sí, y lamentablemente no podríamos hacer nada para detenerlo, de acuerdo con lo que se explica en un estudio científico publicado en la revista Science Advances, según National Geographic.
Una era de hielo podría aparecer si un asteroide, con efecto cataclísmico, impacta con el planeta. El estudio dice que este posible evento convertiría a la Tierra en una enorme bola de nieve.
Los expertos en la materia dicen que cuando una roca espacial choca contra nuestra superficie, se libera una enorme cantidad de material rocoso que se podría convertir en aerosoles que reflejan la luz de nuestra estrella masiva, en la estratosfera.
Eso significa que la luz de nuestra estrella central no atravesaría lo suficiente para que el interior de la atmósfera se caliente hasta los niveles agradables que el planeta goza en este momento.
Eras de hielo en la Tierra y los posibles motivos que explican por qué ocurrieron
Nuestro mundo ha pasado, al menos, por cinco eras de hielo a lo largo de su historia. Esta etapas, a las que también se les conoce como glaciaciones, fueron períodos en los que la temperatura global descendió significativamente, lo que provocó la expansión de los glaciares y casquetes polares.
Las causas de las eras de hielo son complejas y aún no se comprenden completamente. Sin embargo, algunos de los factores que se cree que contribuyen a las glaciaciones incluyen:
- Cambios en la órbita terrestre alrededor del Sol: Estos cambios pueden afectar la cantidad de luz solar que llega a la Tierra, lo que puede influir en la temperatura global.
- Deriva continental: El movimiento de las placas tectónicas puede alterar las corrientes oceánicas y la distribución de la tierra y el mar, lo que puede afectar el clima global.
- Actividad volcánica: Las erupciones volcánicas pueden liberar gases y cenizas a la atmósfera, lo que puede bloquear la luz solar y provocar un enfriamiento global.
- Cambios en la composición de la atmósfera: Los cambios en la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera pueden atrapar más calor del Sol, lo que puede provocar un calentamiento global.