Espacio

El trágico destino de Laika: La horrible verdad tras la misión de la primera perrita en el espacio

Durante 45 años el Kremlin mantuvo en secreto las horribles circunstancias de la muerte de Laika, la perrita que se subió al Sputnik 2 y no volvió con vida

Cuando hablamos de Laika, inmediatamente se nos viene a la mente la primera perrita que orbitó el espacio. Si bien puede llegar a sonar tierno, la verdad es que aquel representa un capítulo horrible en la historia de la exploración espacial.

Lanzada el 3 de noviembre de 1957 a bordo del Sputnik 2, Laika, quien fuera una perra callejera de Moscú, se convirtió en un ícono de la Carrera Espacial entre la Unión Soviética y los Estados Unidos.

No obstante, detrás de este logro histórico para la URSS se ocultaría por muchas décadas una sombría verdad. Y es que durante 45 años el Kremlin mantuvo en secreto las reales circunstancias de la muerte de Laika.

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El trasfondo del lanzamiento de Laika al espacio

Originalmente se afirmó que Laika logró sobrevivir varios días en órbita, pero en realidad, la perrita espacial falleció pocas horas después del despegue, víctima del sobre calentamiento de su nave espacial.

En su momento, la decisión de enviar a Laika al espacio se debió a una mezcla entre ambición científica y pragmatismo político.

Si bien los científicos soviéticos sabían que Laika no sobreviviría al viaje, su misión tenía un claro propósito: estudiar el impacto del lanzamiento en su cuerpo y la ingravidez en un ser vivo.

Por eso hasta ese punto el sacrificio de Laika era considerado un “paso necesario” hacia el progreso de la humanidad, o al menos eso querían creer.

La real historia de la perrita Laika

En 1957, Laika, una perra callejera nacida en la Unión Soviética de Nikita Khrushchev, pesaba alrededor de 6 kg e inicialmente se llamaba Kudrayavka.

Su selección para protagonizar un viaje sin retorno al espacio se debió a que los perros callejeros, acostumbrados a condiciones extremas, eran considerados ideales para soportar las duras realidades del espacio.

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Pero luego de salir de la Tierra, Laika sufrió más que cualquier otro perro. El estrés por el lanzamiento, el sobre calentamiento del Sputnik 2, la agitación y posterior asfixia duraron entre seis y siete horas hasta que finalmente falleció.

Posteriormente, su cuerpo inerte estuvo dando vueltas alrededor de la Tierra durante 162 días, más de 2.370 órbitas, según Anatoly Zak, del portal Russian Space Web.

Pese a todo, la breve vida de Laika dejó una huella imborrable en la historia y se convirtió en un recordatorio de los costos éticos de las decisiones humanas.

Recordemos que la historia del Sputnik 1, lanzado el 4 de octubre de 1957, y la posterior misión del Sputnik 2 con Laika, tuvo un trasfondo de rivalidad política: La carrera espacial, en realidad, era una extensión de la tensión política de la época y ella se transformó en un peón más de la Guerra Fría.

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