Un estudio científico ha terminado comprobando algo que no se creía posible: ha nacido el acento de la Antártida, un estilo de habla del idioma inglés con ritmos y tonos definidos. Algo que se creía imposible porque técnicamente nadie es nativo de ahí.
La Antártida es una de las regiones más inhóspitas del planeta. Tanto y a tal grado que en realidad no existe un poblado fijo ni una ciudad establecida ahí, por las obvias condiciones meteorológicas extremas del territorio.
Pero sí tenemos a un grupo constante de científicos e investigadores que visitan la zona para realizar sus proyectos. En ese sentido es un poco como los astronautas, con sus futuras misiones de exploración en la Luna y Marte.
Durante los últimos meses hemos visto a la NASA anunciar múltiples avances relacionados con su misión Artemis que llevará a la raza humana de vuelta a la Luna. El grado de atención a los detalles y potenciales escenarios ha sido tan previsor que la Agencia Espacial ha fichado hasta a un grupo de geólogos.
Sin embargo, parece que podría existir un detalle que todas las entidades enfocadas a la exploración de otros mundos estarían olvidando: la posibilidad franca de que el idioma que hablen allá los astronautas tenga su acento propio.
El nacimiento de nuevos acentos es la conexión entre la Antártida, la Luna y Marte
Un equipo de científicos de la Universidad Ludwig-Maximilians de Múnich ha publicado los resultados de su más reciente proyecto de investigación en donde han comprobado el nacimiento del peculiar “acento de la Antártida”.
Como ya mencionamos, no existe un pueblo o ciudad en esta zona, pero a lo largo del año distintos grupos de científicos y técnicos suelen acudir a la región para realizar sus trabajos.
De modo que en un lapso de 12 meses puede haber entre 1.000 y 5.000 humanos circulando por la zona, viviendo transitoriamente en campamentos e interactuando.
Partiendo de esta dinámica los investigadores tomaron a un grupo de once personas angloparlantes: ocho de Inglaterra (con distintos acentos según su zona de nacimiento), una del noroeste de Estados Unidos, otra de Alemania y una final de Islandia.
A lo largo de dos años realizaron grabaciones de ellos hablando oraciones específicas. repitiendo el ensayo cada seis semanas. De modo que al final descubrieron un cambio interesante.
Absolutamente todos los sujetos de estudio al final del ciclo del análisis hablaban con el mismo acento, pronunciando de manera peculiar los diptongos y estirando las vocales en cada palabra. Había nacido, pues, el acento de la Antártida.
Existen distintos factores que pueden detonar este fenómeno, como la situación geográfica y las condicionantes del lugar y la comunidad para darse a entender al otro, incluso con un idioma en común en un entorno particular.
Así que lo mismo sucedería exactamente con los exploradores de múltiples naciones cuando visiten astros como la Luna o Marte. En teoría.