Saber de la existencia de Plutón es una deuda que nunca le podremos pagar al legado de Clyde Tombaugh (+), el astrónomo estadounidense sin carrera que descubrió al planeta enano.
Nacido el 4 de febrero de 1906 en LaSalle, Illinois, y fallecido el 17 de enero de 1997 en Las Cruces, Nuevo México, Tombaugh encontró Plutón usando un microscopio de parpadeo, con el que comparó fotografías de una región del cielo que habían sido tomadas con varios días de diferencia.
Como bien saben los seguidores de la astrología, Plutón fue por mucho tiempo considerado como el noveno planeta del Sistema Solar, antes de ser degradado a la categoría de planeta enano en 2006. Pero desde 1930, cuando este astrónomo halló el cuerpo celeste, Plutón ha sido parte de la investigación espacial.
La pasión de Clyde Tombaugh
Como cuenta un informe publicado en el sitio web de National Geographic, la pasión por la astronomía de Tombaugh comenzó cuando era adolescente, construyendo telescopios caseros en la granja de su familia en Kansas.
Pero en contra de su interés por la astronomía estaba la realidad: debido a las dificultades económicas, no podía ir a la universidad e incluso tenía que fabricarse sus propios lentes.
En 1929, envió dibujos de sus observaciones de Júpiter y Marte al Observatorio Lowell de Arizona, donde quedaron tan impresionados que le ofrecieron un trabajo, una gran noticia para su familia.
Solo necesitó un año en el observatorio para descubrir a Plutón, llamado así porque, al igual que el dios del inframundo de la mitología griega, se trataba de un planeta “invisible”, ya que aparecía y desaparecía al quedar oculto por la órbita de Neptuno.
El hallazgo le permitió entrar por la puerta de la carrera de astronomía y se dedicó a estudiar Plutón por más de 10 años. Este astrónomo murió en 1997 a los 90 años y en 2006 una onza de sus cenizas fueron enviadas al espacio en la misión New Horizons.