Culpen a la altitud, latitud o cualquier otro elemento relacionado a la posición geográfica de Chile. Pero la realidad es que el territorio austral es tierra de científicos que estudian los misterios del cosmos. Todos pensarán en la reciente captura en imágenes del agujero negro Sagitario A*, como hito de la Astronomía. Pero la realidad es que ese es tan solo el más reciente de los múltiples logros.
Detrás de lo de Sagitario A* hay infinidad de icónicos hallazgos astronómicos relacionados a Chile. Y lo mejor de todo, es que por delante quedan millones por descubrir. No es casualidad que un asteroide lleve el nombre Patorojo, en honor al astrónomo chileno Patricio Rojo.
Y este tipo de datos se menciona sin la intención de agrandarse en estos momentos que la astronomía chilena disfruta del fruto de décadas de trabajo, ya que en la ciencia, en realidad, no existen las nacionalidades; todos forman parte de una enorme comunidad que piensa en la humanidad y en descifrar los misterios de nuestra existencia.
La idea de esta reseña es destacar la responsabilidad de una enorme mujer llamada Adelina Gutiérrez, para que cuestiones como el “Patorojo” o Sagitario A* hoy tengan el sello de Chile.
Adelina Gutiérrez, científica chilena con más de un título profesional en sus hombros, fue la responsable de que la Astronomía se convirtiera en una carrera profesional en Chile.
¿Logró ser reconocida? Pues Google la llegó a recordar con uno de sus famosos doodles, en el 2020.
Hablar de astronomía es hablar de Adelina
De acuerdo a lo que nos cuenta El Mostrador en un nutrido perfil de Adelina Gutiérrez, la científica chilena, nacida en Santiago un 27 de mayo de 1925, se formó originalmente en Pedagogía en Física y Matemática (Universidad de Chile).
Durante los años siguientes a su título (1948 en adelante) comenzó a demostrar su vocación por impartir educación. Daba clases de física a nivel de estudios secundarios y en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile, formando profesionales en su área.
Mientras era una distinguida profesora recibió la oportunidad de acudir a un doctorado en Astrofísica de la Universidad de Indiana, en los Estados Unidos, del que se recibió con honores obteniendo la máxima distinción académica.
Después de culminar sus estudios, a mediados de los años sesenta, la astronomía ya era un área de práctica profesional en Chile, pero quienes la ejecutaban no tenían la formación específica; provenían de la física o la pedagogía en matemáticas.
De esta manera, junto a otros científicos chilenos, comenzó a impulsar la creación del programa de Licenciatura en Astronomía, y el Magíster en Astronomía. Fueron años de trabajo que incluyeron la redacción de material didáctico y bibliográfico que los estudiantes actualmente citan para su aprendizaje.
Y fue así que logró implementar estas dos carreras profesionales de estudios académicos y especializados (maestría). Su trabajo no solo se centró en impartir su conocimiento a las nuevas generaciones, el tiempo le dio incluso hasta para hacerse cargo de cuestiones administrativas mientras se instalaban las bases de la profesión.
“Fue la primera persona en enseñar astronomía de manera profesional en Chile. Antes de ella, se dictaban cursos con un sentido más práctico para agrimensores, más bien cosmografía, en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile de donde venía ella y todos los astrónomos de esa generación. Pero cuando ella regresó del doctorado […] se incorporó a hacer clases de astronomía propiamente”, dijo a El Mostrador, el astrónomo Héctor Álvarez.
Enseñó a mirar las estrellas
El calificativo de que Adelina enseñó a los astrónomos a mirar las estrellas se lo ganó en 1978. Entre los múltiples manuales que redactó se encuentra “Observando los Astros: desarrollo de las técnicas de astrofísica”, un material que explica cronológicamente las formaciones estelares desde Galileo hasta su época.
Su incansable desempeño en las áreas científicas relacionadas a la Astronomía y a desentrañar los misterios del cosmos, la convirtieron en la primera mujer en formar parte de la Academia Chilena de Ciencias.
Es un ejemplo y motor que impulsa a las mujeres chilenas, y de todo el mundo, a integrarse a diferentes áreas que están bajo los estereotipos de género.
Adelina Gutiérrez falleció a los 89 años, el 11 de abril del 2015. Pero su legado quedó inmortalizado en la Astronomía de Chile a través de sus libros y diferentes distinciones que llevarán por siempre su nombre a todos lados.
