Espacio

Un antiguo nazi lleva la NASA a la Luna: la historia de Wernher Von Braun

Wernher Von Braun fue uno de los impulsores del programa espacial de Estados Unidos, pero su pasado como nazi siempre lo persiguió.

Hoy costaría pensar en un antiguo nazi convertido en alto jerarca de un organismo norteamericano, pero ocurrió. Es la historia de Wernher Von Braun, uno de los líderes del proyecto misilístico alemán, a la postre arquitecto del programa espacial de la NASA.

El pasado nunca dejó a Von Braun, ni siquiera con sus grandes logros como ciudadano norteamericano. No son pocos los que recordaron que los misiles V2 que mataron a tantos británicos durante la Segunda Guerra Mundial, construidos con mano de obra esclava, tuvieron al alemán como cerebro.

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Y, de hecho, la NASA reconoce ese pasado. Es parte importante de la biografía oficial del jerarca en la página de la agencia estadounidense.

Pero, ¿cómo llegó este hijo de nobles alemanes y oficial de las odiadas SS a ser, prácticamente, uno de los héroes del programa espacial más importante de la historia?

El sueño del niño, el crimen del adulto

Wernher Magnus Maximilian Freiherr Von Braun nació el 23 de marzo de 1912 en Wirsitz, entonces parte del Imperio Alemán. Hoy es un pueblo de poco más de seis mil habitantes en Polonia, renombrado como Wyrzysk.

Ávido lector de las novelas de Julio Verne y HG Wells, el pequeño Von Braun siempre soñó con la exploración espacial. Su madre, la baronesa Emmy von Quirstorp, le regaló un telescopio en su juventud.

Más tarde, el joven Von Braun se unió a la sociedad de cohetes alemana Verein für Raumschiffahrt (VfR), graduándose de ingeniero en mecánica en el Instituto Politécnico de Berlín. Para 1934 obtuvo su doctorado en Física por la Universidad de Berlín.

La Alemania de su tiempo había sufrido las duras condiciones del Tratado de Versalles, luego de perder la Primera Guerra Mundial, en 1918. Grupos extremistas nacionalistas rumiaron la derrota y la crisis económica posterior, pensando en alcanzar reivindicaciones posteriores.

Uno de estos personajes que creció en la postguerra fue un antiguo cabo en la Gran Guerra, el austríaco Adolf Hitler. Luego de fundar el Partido Nacional Socialista en los años 20, alcanzó el poder en los 30, entusiasmando a una población que pensaba en el resurgimiento de su país.

El proyecto de Hitler buscaba recuperar la industria alemana y, en un futuro, al ejército nacional. No olvidaba las condiciones de Versalles, y todo esto influyó en el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

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El proyecto armamentístico de la Alemania Nazi

Para 1940, Von Braun se unió a las Schutzstaffel (SS), una organización paramilitar que servía de seguridad para Hitler. La brutalidad de las SS se extendió a toda Europa durante la guerra, participando en los peores crímenes, sobre todo contra el pueblo judío.

No obstante, Von Braun participó específicamente en el área de la ingeniería de misiles. En los laboratorios procuraba ofrecer las mejores armas para que Alemania ganara el conflicto, ayudando a desarrollar el cohete A2 a principios de los 40.

Diseñó los cohetes A3 y A4 al frente de un grupo de ingenieros en el laboratorio secreto de Peenemünde, en la costa báltica. El éxito del último modelo impulsó a su producción masiva.

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El misil A4, renombrado V2 (Verfeltungswaffe 2, o Arma de Represalia número 2), era un misil de propelente líquido de casi 14 metros de largo y algo más de 12 toneladas, que podía viajar a velocidades superiores a 5.600 kilómetros por hora. Fue el precursor de los misiles intercontinentales, y se lanzó exitosamente por primera vez en octubre de 1942, empleándose contra objetivos en Europa occidental desde septiembre de 1944.

Como hemos dicho, la NASA no esconde el oprobioso pasado de Von Braun. En su biografía oficial en su página web destaca:

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“La planta de ensamblaje V2 en Mittelwerk, cerca del campo de concentración de Mittelbau-Dora, utilizó mano de obra esclava, al igual que varios otros sitios de producción. Von Braun era miembro del Partido Nazi y oficial de las SS, pero también fue arrestado por la Gestapo en 1944 por comentarios descuidados que hizo sobre la guerra y el cohete. Su responsabilidad por los crímenes relacionados con la producción de cohetes es controvertida”.

Para 1944, las fuerzas soviéticas y estadounidenses comenzaban a cercar a la Alemania Nazi. Von Braun estaba consciente de la inminente derrota, y preparó su entrega a los norteamericanos.

Tanto el Ejército de Estados Unidos como el de la URSS buscaba reclutar a científicos alemanes para que ayudaran en la postguerra, en los programas armamentísticos de cada nación. Los estadounidenses organizaron la Operación Paperclip, para quedarse con varios de los mejores investigadores nazis.

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Uno de ellos era Von Braun.

El jefe del proyecto de misiles alemán, junto con otros 125 científicos, pasó de Baviera a la base de Fort Bliss, en Texas, trabajando en cohetes V2 para Estados Unidos. Así inició su nueva vida.

Von Braun y la llegada del hombre a la Luna

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El equipo de Von Braun se trasladó al Arsenal de Redstone, cerca de Huntsville, Alabama, para diseñar los misiles balísticos Redstone y Júpiter del Ejército, junto con los vehículos de lanzamiento Júpiter C, Juno II y Saturn I. El primer satélite estadounidense, el Explorer I, se puso en órbita gracias a un cohete Júpiter C.

En los años 50, Von Braun ayudó a impulsar el programa de exploración espacial de Estados Unidos. La Unión Soviética llevó al primer hombre al espacio, Yuri Gagarin, y los norteamericanos no debían quedarse atrás.

El antiguo nazi llegó no solo a escribir artículos para revistas populares, sino que fue imagen de un programa de Disney sobre los viajes espaciales, Man in Space.

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Dwight Eisenhower, jefe de las fuerzas aliadas en la Segunda Guerra Mundial y presidente de Estados Unidos entre 1953 y 1961, puso a Von Braun al mando del Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA. El alemán se convirtió en líder del equipo que diseñó el vehículo de lanzamiento Saturno V, clave en la llegada del hombre a la Luna.

El 20 de julio de 1969, los astronautas Neil Armstrong, Edwin “Buzz” Aldrin y Michael Collins se convirtieron en los primeros seres humanos en alcanzar el satélite terrestre, como parte de la Misión Apolo 11.

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Von Braun fallecería el 16 de junio de 1977, víctima del cáncer, luego de dejar la NASA en 1972 y trabajar para las empresas privadas norteamericanas.

“Los vuelos espaciales tripulados son un logro asombroso”, escribió Von Braun. “Pero, hasta ahora, esto nos ha abierto solo una pequeñísima puerta para ver los alcances imponentes del espacio. La vista que obtenemos a través de esta ranura de los vastos misterios del universo solo confirma nuestra creencia en su Creador”.

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